Volkswagen, Audi, FIAT, Renault…los escándalos de emisiones pueden hacer acelerar la expansión del coche eléctrico
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Publicado: 16/01/2017 08:00
Desde el estallido del escándalo de las emisiones de Volkswagen, los motores diésel han caído en desgracia a nivel de imagen, pero también aunque en menor nivel, han comenzado su declive a nivel de ventas.
Una dinámica que los diferentes estudios indican no hará más que acelerarse en los próximos años, con una estimación del banco de inversiones UBS, que indica que la cuota de mercado de los coches diésel a nivel mundial caerá del 13.5% actual al 4% para 2025. Incluso en el gran refugio de las motorizaciones diésel, Europa, la cuota caerá de forma dramática del 50% al 10% para esa misma fecha.
Una dinámica que favorecerá a los sistemas eléctricos, y a lo que ahora se suman nuevos descubrimientos de las autoridades de presuntas modificaciones similares a las realizadas por Volkswagen por parte de otros dos grandes grupos. Es el caso del grupo FCA (FIAT-Chrysler) cuyo valor ha caído en 2.300 millones de dólares esta semana, y también las sospechas sobre Renault.
Pero a pesar de todo esto, de momento las ventas de grupos como Volkswagen parece que no se han visto afectadas. Pero si lo ha hecho a nivel político. Un sector público que cuenta con más argumentos de cara a la implantación de las nuevas normativas, sujetas a fuertes presiones por parte de los grandes grupos automovilísticos, y que ahora reciben más refuerzo por parte de una opinión pública cada vez más concienciada del grave problema ambiental y de salud pública provocado por los motores diésel.[blocktext align=»center»]
Según un estudio, para lograr la reducción de emisiones, el último coche diésel o gasolina debería venderse en 2035 [/blocktext]Grandes ciudades, como Londres, París, o México están diseñando programas para expulsar a los coches diésel de sus calles. En el caso de la capital británica, aplicará un peaje extra de 10 libras a los que quieran entrar en el centro. Medidas que pueden ser discutidas en cuanto a su fondo, para muchos el peaje es un elemento que perjudica a las rentas bajas y beneficia a las altas, pero que tienen un aspecto positivo.
Según los expertos, estas medidas tienen un fuerte impacto en la opinión pública, que ve como la imagen de los modelos diésel se devalúa de forma importante.
Lo más importante es que esta caída de los motores diésel, coincide con una bajada de los precios de las baterías. Un descenso intenso que está logrando acercar el coste del kWh a cifras cada vez más populares. Como recordamos, Bloomberg estimaba que el coste ha pasado de los 1.000 dólares en 2010, a los 350 dólares en 2015. Una cifra que entre 2016 y 2017 volverá a bajar gracias a la entrada en producción de nuevos modelos de amplia autonomía.
Y mientras que los coches diésel han entrado en desgracia, con nuevas medidas sobre emisiones que hace que cada vez sea más caro fabricar uno de estos vehículos, los eléctricos en cambio disfrutan de fuertes incentivos públicos. Como ejemplo los 10.000 euros que puede acceder un comprador francés en caso de entregar un coche diésel con 10 o más años.
Algo que lleva a pensar a los expertos que el sector ha entrado en una dinámica favorable a los coches eléctricos que ya es imparable. Una transición que será lenta, donde no se espera un descalabro a corto o medio plazo de los coches con motor de combustión, pero una dinámica irreversible.
Pero mientras que en Europa la caída en desgracia de los diésel es una gran noticia, los expertos avisan de los efectos secundarios para otros mercados. Lugares como los Africa, que será la receptora de millones de coches diésel que dejarán las carreteras europeas, y que desembarcarán en lugares como Kenia o Nigeria. Una situación que supondrá un verdadero problema de salud pública en estas urbes ya altamente contaminadas.
Algo que da más valor al programa de ayudas de Francia, que anima a los usuarios a achatarrar un diésel durante la compra de un eléctrico, y que puede ayudar a minimizar el problema de la llegada de coches viejos y poco eficientes a nivel de emisiones a los países en desarrollo.
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Vía | Climatechangenews