La minería es una de las actividades más contaminantes del planeta, y entre los principales responsables de estas emisiones están los enormes vehículos que se encargan de mover la tierra extraída de un lado para el otro. Es el caso del enorme Komatsu 605-7. Un monstruo de 9.4 metros de largo y 46 toneladas de peso que normalmente se mueve con un motor diésel de 552 kW capaz de consumir hasta 100.000 litros de gasóleo cada año.
Ahora dos empresas suizas, Lithium Storage GmbH y Kuhn Schweiz AG, han realizado la conversión de una unidad del Komatsu al que han retirado su sistema diésel y lo han sustituido por uno eléctrico. Y la conversión ha dado como resultado el que de momento es el vehículo eléctrico de tierra más grande del mundo.
Y como en su versión convencional, los números del Komatsu 606-7 eléctrico con abrumadoras. El motor rinde 590 kW (805 CV) con un par motor de 9.500 Nm. Algo que sobre el papel debería permitir a esta versión mejorar el rendimiento de la versión diésel. Pero sin duda la gran protagonista de este modelo es una impresionante batería de 700 kWh. Un pack formado por celdas prismáticas de litio NMC (Níquel manganeso Cobalto) que sólo por si misma ya pesa nada menos que 4.5 toneladas.
Pero sin duda lo más sorprendente de todo es que este modelo teóricamente podría llegar a producir más electricidad de la que consume. Esto se debe según los responsables del proyecto a su capacidad de frenada regenerativa. Cuando sube a por el material lo hace vacía, y cuando baja lo hace cargado. Algo que le permite recuperar hasta 200 kWh al día en una jornada normal.
En total el coste de esta conversión se estima en torno al millón de euros y si las pruebas logran cumplir con las expectativas, será la primera de muchas otras 8 que planean convertir. Iniciativas que servirán de ejemplo para otras empresas y que permitirán empezar a transformar una industria que podría lograr grandes beneficios gracias a la transformación de sus vehículos.
Y es que además del coste operativo de mover un gigante de esta clase con electricidad, también están los mastodónticos costes de mantenimiento de los mismos, empezando por las propias pastillas de freno que como vemos su uso se reducirá de forma casi total gracias a la frenada regenerativa.
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Fuente Edumper
