Un poco de historia. Nissan Prairie Joy EV
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Publicado: 24/09/2017 08:00
Actualmente Nissan es una de las marcas referentes a nivel mundial en materia de movilidad eléctrica. Entre su gama se encuentra el Nissan LEAF, que se ha convertido en el coche eléctrico más vendido del mundo con casi 300.000 unidades y del que ya han presentado su segunda generación. Además, Nissan también habría que sumar las ventas de su furgoneta eléctrica, e-NV200.
Sin embargo, la marca japonesa cuenta con un largo recorrido en materia de movilidad eléctrica. Nunca ha sido tan voluminoso ni exitoso como el actual, pero hace años ya se hacían algunas cosas entorno a los coches eléctricos.
Corría el año 1995 cuando Nissan presentaba el Prairie Joy EV en el Salón del Automóvil de Tokio. En aquel momento no fue más que un prototipo, pero un año más tarde Nissan decidió realizar una producción limitada de que fue destinada a venta y leasing, siendo su objetivo principal las instituciones y las flotas.
Una de las principales innovaciones para la época era el uso de baterías de iones de litio, que ya por aquel entonces se presentaban como unas baterías ligeras y con alta capacidad de almacenamiento. Unas baterías que eran de tipo cilíndrico, en lugar del diseño prismático que usan Nissan actualmente. Hay que tener en cuenta que en aquella época las baterías que dominaban el mundo del automóvil eléctrico eran las de níquel metal-hidruro.
Las baterías del Prairie Joy EV habían sido desarrolladas conjuntamente por Sony y la propia Nissan, y ofrecían una densidad energética 3 veces superior a las de plomo y 1,5 veces superior a las de níquel-metal hidruro de la época. También contaban con una mayor densidad de potencia y una eficiencia de recarga mucho más alta que la de sus principales alternativas.
Una nota de prensa de la época ya las describía de la siguiente manera:
«…ha sido esperada durante mucho tiempo como una batería futurista para los coches eléctricos, tanto el Japón como en otros lugares». El paso de los años nos ha demostrado que Nissan estaba en lo correcto.
Según las informaciones que podemos recoger de las notas de prensa de aquella época, el Prairie Joy EV contaba con una autonomía de 200 kilómetros. Una cifra más que sorprendente si tenemos en cuenta que hablamos de un coche diseñado hace más de 20 años. Todo ello para un coche que se quedaba a medias entre un monovolumen y un SUV y que tenía, eso sí, espacio para 4 personas.
Las innovaciones tecnológicas no se limitaban a su batería. El Prairie Joy EV, contaba además con un sistema de recarga por inducción que era descrito como «un sistema seguro y fácil de usar por los clientes» y equipaba un motor síncrono de imanes permanentes.
Ficha técnica:
Longitud x anchura x altura (mm) | 4,545 x 1,690 x 1,695 | |
---|---|---|
Distancia entre ejes (mm) | 2.610 | |
Peso en vacío (kg) | 1,690 | |
Capacidad (personas) | 4 | |
Autonomía (km) | Mas de 200 | |
Velocidad máx. (km/h) | 120 | |
Tracción | Delantera | |
Batería | Tipo | Batería de iones de litio |
Capacidad (A · H) | 100 | |
Voltaje nominal | 28,8 | |
Motor | Tipo | Motor síncrono de imanes permanentes |
Potencia máxima (kW) | 62 | |
Sistema de recarga | Sistema de carga inductiva |
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