Debate. El precio de la recarga pública de coches eléctricos en España

En España sufrimos una grave falta de puntos de recarga para coches eléctricos. Pero poco a poco se está extendiendo una red que nos ofrece la posibilidad de ir cada vez más lejos. Unos puntos que en un primer momento eran principalmente gratuitos, pero que ahora muchos empiezan a ser de pago.  El principal problema es que en muchos casos, no en todos, hemos pasado de el gratis total, a precios muy elevados.

Esto viene a raíz de una reciente visita a una gasolinera cercana a mi casa. Una estación de servicio que cuenta con un punto de recarga acelerado de 22 kW, que hasta ahora era gratuito. Una toma que usaba una o dos veces al mes aprovechando el acudir a lavar el coche en su túnel de lavado, y para tomar un café.

Pero ahora esta estación es de pago. El coste que ha establecido la empresa propietaria es de 50 céntimos de euro el kWh. Un precio que personalmente me parece muy elevado para una toma de esta potencia, cuyos costes operativos no se pueden comparar a una toma de 50 o más kW.

A esto añadir que en este caso concreto hablamos de gasolineras que cuentan con una instalación fotovoltaica en su tejado. En una de las instalaciones de esta red tienen 50 paneles solares, que suman al menos 16 kW de potencia instalada. Por lo tanto, la energía les saldrá mucho más económica. Pero evidentemente es este caso en particular, y puede que otros no hayan apostado por esta tecnología.

El problema es que con una recarga a 50 céntimos del kWh, el coste de recargar un coche eléctrico se iguala con el de un coche con motor de combustión. Tomando como medida los 13 kWh de media de mi ZOE, esto supondría que cada 100 kilómetros recargados con esta toma tendrían un coste de 6.5 euros. Más o menos el coste de un coche diésel que tenga un consumo medio de 5 litros a los 100 km.

Un coste que podemos comparar con el de la recarga privada. Hace unos meses repasábamos el coste de recargar en casa, y nos indicaba que la tarifa diurna llegaba a un máximo de 15 céntimos el kWh.

Por un lado el aspecto positivo es que siendo de pago, tenemos mayores garantías de que el punto estará libre si lo vamos a necesitar. Algo que puede ser bastante interesante en momentos puntuales de elevada demanda, como un viaje. Momentos puntuales donde el precio no es tan importante como en el día a día. Además se logra financiar la instalación, por lo que los propietarios tendrán más argumentos a la hora de afrontar nuevas inversiones, como la instalación de más puntos, o puntos de recarga rápida.

Por el otro lado estamos ante un coste por kWh muy alto. Por ejemplo podemos compararlos con los 59 céntimos de euro el kWh que cobra Fasted, pero por una recarga rápida, y en estaciones con múltiples servicios, como cafetería, Wifi…etc. Un coste de carga en un punto acelerado que como hemos comentado, se acerca mucho al coste de repostar un coche de combustión.

Con un precio razonable, y una buena red pública, mucha gente incluso podría plantearse el comprar un coche eléctrico sin contar con plaza de garaje ni punto privado. Algo más que posible sobre todo a la vista de la llegada de nuevas propuestas con amplias autonomías, que permitirán a sus usuarios poder moverse sin grandes problemas incluso sin un punto privado. Algo que además ayudaría a la expansión del coche eléctrico entre un amplio abanico de usuarios más allá de los early adopters.

Por lo tanto, os dejamos la pregunta del inicio: ¿Cuál debería ser el precio de la recarga pública de coches eléctricos en España?. Tanto carga acelerada hasta 22 kW, como la carga rápida.