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Las más de 6.500 reservas que tiene el Microlino en Europa dejan clara la demanda de coches eléctricos económicos existente

El BMW Isetta es uno de los coches más reconocidos de la posguerra europea. Concebido como una solución de movilidad de bajo coste, este curioso vehículo en forma de huevo y con una sola puerta de acceso en posición delantera conquistó al gran público por lo reducido de su precio y la originalidad de sus soluciones. Si bien el coche en realidad fue diseñado por la empresa italiana Iso, fue producido bajo licencia por muchos otros fabricantes, siendo BMW el que más lo popularizó.

El Microlino es la apuesta personal del suizo Wim Ouboter y sus hijos Oliver y Merlin, que basándose en el diseño del mítico Isetta, han creado un coche 100% eléctrico enfocado a un uso urbano, con un chasis totalmente nuevo que hace que bajo la carrocería nada sea compartido con el Isetta original. A pesar de la influencia estética, el nuevo modelo tiene detalles tecnológicos como unos faros full LED.

Los primeros prototipos de este coche suizo se realizaron en China, si bien la producción en serie tendrá lugar en Italia. La fabricación dará el pistoletazo de salida a lo largo de la segunda mitad de este mismo año, concretamente en diciembre, si bien la primera tirada se lanzará en septiembre. A pesar de que el modelo todavía no ha sido lanzado al mercado, ya cuenta con un éxito bastante destacado: lleva 6.500 reservas hasta el momento.

Hay dos baterías disponibles, una de 8 kWh y otra de 14,4 kWh. El motor en todos los casos es el mismo, con 20 cv de potencia. Gracias a él, alcanza los 90 km/h de velocidad punta, y consigue hacer el 0 a 50 km/h en apenas 5 segundos. Según la empresa, la autonomía es de 125 km con la primera batería y 200 km con la segunda, probablemente en una conducción completamente urbana. La carga tarda cuatro horas en realizarse en una toma doméstica y una en un Wallbox. El precio partirá de los 12.000 euros.

La longitud es de 2,4 metros, mientras que el ancho es de 1,5 metros, lo que no está nada mal para un coche tan corto. El proceso de homologación ha sido relativamente complicado, pues el coche dispone de una única puerta situada en el frontal para acceder al habitáculo, lo que podría dar problemas en caso de choque.

Al medir menos de 2,5 metros, en muchos países podrá aparcarse de forma perpendicular a la acera de forma legal, lo que incrementará enormemente su utilidad, pues podrá estacionar en espacios de apenas 1,5 metros de ancho.

Fuente | Microlino

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