El gobernador de California acusa a Trump de sabotear al coche eléctrico, y facilitar la invasión de China
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Publicado: 12/09/2018 10:37
El gobernador de California, Jerry Brown, ha tenido unas duras palabras para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al que ha acusado directamente de sabotear la industria automovilística norteamericana, y favorecer el dominio futuro de China en este sector.
La base de su ataque está en la política de Trump de reducir los requisitos medioambientales a los fabricantes que trabajan en ese mercado. Algo que se suma a su mayor apoyo a las fuentes contaminantes, como el carbón, y que indica dañará gravemente la capacidad de innovación y competitividad de la economía. Una visión cortoplacista que le está costando duras acusaciones desde dentro del país.
Y es que según el Sr Brown, frente a la política de volver para atrás de Trump, podemos ver la del gobierno de China que ha apretado a fondo en su apuesta por el coche eléctrico. Un movimiento que se acompaña por unas cifras de implantación de las energías renovables que hacen palidecer a las del resto del mundo.
Para el gobernador de este influyente y poderoso estado, Trump está ayudando a construir la industria del coche de China, al mismo tiempo que destruye la de Estados Unidos.
Brown, que es considerado un importante defensor de las políticas de protección medioambiental, firmó una orden ejecutiva en enero que se marca como objetivo que en 2030 haya al menos 5 millones de coches eléctricos en California frente a los pocos más de 300.000 de la actualidad. Un proyecto que cuenta con un presupuesto público de 2.500 millones de dólares, y que plantea la construcción de 250.000 nuevos puntos de recarga antes de 2025.
La idea es reducir una tasa de contaminación de gases de efecto invernadero en California, de la que el 50% procede del sector del transporte. Pero también poner en marcha sinergias que permitan lograr una producción eléctrica donde las energías renovables tengan cada vez más presencia.
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[/vc_message][vc_row][vc_column][vc_column_text]De paso California quiere continuar incentivando una industria automovilística que hasta hace poco estaba ligada a otras partes de Estados Unidos, como Detroit. Pero con el ascenso de marcas como Tesla, y el salto adelante del coche eléctrico y su entorno digital, son cada vez más los nombres que buscan establecerse en zonas como Sillicon Valley para desarrollar y fabricar sus futuros coches eléctricos.
Un proyecto que choca con las políticas de Trump, que se ha encontrado en algunos estados la principal resistencia a sus políticas impulsadas por la industria de los carburantes fósiles, y que choca precisamente con las que podemos ver en China, donde el gobierno comunista ha puesto en marcha medidas tan agresivas como el programa de cuotas, que obligará a los fabricantes a alcanzar un mínimo nivel de ventas de coches eléctricos a partir de 2019, o incluso a la ya puesta en funcionamiento de prohibir la venta 500 modelos de la oferta por no lograr un determinado nivel de eficiencia.
