¿Está un país como España preparado para el uso en masa del coche eléctrico?
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Publicado: 27/10/2018 12:27
Los altos niveles de contaminación y la preocupación por sus consecuencias llevan estando en la opinión pública desde hace más de 40 años. Las escasas medidas que se han tomado al respecto y el poco interés de las administraciones por ponerlas en marcha ha hecho que el problema no sólo no se haya solucionado, sino que se haya agravado de forma alarmante en los últimos años. Por eso, ahora se tienen que adoptar medidas estrictas que van a cambiar nuestra forma de vida de manera radical.
Uno de los problemas más graves es el de los altos niveles de contaminación en grandes ciudades debido, fundamentalmente, al tráfico rodado (aunque también influyen otros factores como, por ejemplo, las calefacciones). Se ha demostrado que los niveles de los principales contaminantes de los motores de combustión, CO2, NOx y partículas, son extremadamente dañinos para la salud, y se estima que la contaminación mata a 7 millones de personas cada año en todo el mundo según la OMS.
Algunos países europeos ya han puesto coto a los vehículos de gasolina y gasóleo y prohibirán su comercialización a partir de la próxima década. Además, en el centro de las ciudades más importantes se están aplicando medidas de restricción al tráfico privado, como París, Madrid, Barcelona y Valencia. De hecho, en Madrid estará prohibido entrar al centro en coche si no se es residente a partir de febrero de 2019, y Barcelona prohibirá los vehículos de combustión a partir de 2020.
Estas medidas, recomendadas por la Unión Europea bajo amenaza de multas millonarias si se siguen incumpliendo los niveles de gases tóxicos, han hecho que tanto la sociedad como los fabricantes de automóviles tengan que cambiar su visión a la hora de desplazarse. Una de las soluciones que mejor está funcionando como alternativa al motor de combustión son los coches impulsados por energía eléctrica. Este tipo de vehículos tienen una serie de ventajas importantes respecto a los coches convencionales, principalmente que no emiten gases contaminantes a la atmósfera.
Otro tipo de ventajas son del tipo económico, como un precio de la electricidad más bajo que el de los carburantes o las ventajas que dan las administraciones para su uso. Por ejemplo, en Madrid es gratuito aparcar en zona de estacionamiento regulado si se tiene un vehículo con la pegatina CERO o ECO de la DGT y a este tipo de vehículos no se les aplica las restricciones de movilidad por protocolos de contaminación. Es por ello que cada vez más gente se decide por este tipo de vehículos, y así lo demuestran las cifras de ventas, ya que en el mes de septiembre de este año ya se habían superado las matriculaciones de todo 2017.
El aumento de ventas de coches impulsados por energía eléctrica hace necesaria la existencia de una buena infraestructura de puntos de carga para satisfacer la creciente demanda. Pero, ¿tiene España los suficientes cargadores para una completa utilización del coche eléctrico?
Actualmente, la red de infraestructura de carga se centra fundamentalmente en dos empresas: Tesla e IBIL. Tesla cuenta con 24 estaciones operativas en nuestro país. Estos supercargadores pretenden aumentar su cifra en 19 puntos más, hasta llegar a un total de 43 puntos de carga de la marca por todo el país. Sin embargo, estos supercargadores están limitados exclusivamente a usuarios de la marca estadounidense, por lo que los propietarios de un vehículo eléctrico de otra marca no pueden aprovechar esta infraestructura.
Por otro lado, se encuentra la empresa IBIL, que ofrece una red de cargadores universal por todo el país. A día de hoy, cuenta con 100 puntos de carga en la península, 2 en las Islas Baleares (isla de Mallorca) y 9 en las Islas Canarias (Lanzarote y Tenerife). Una de las primeras y de momento pocas redes que permiten cargar un coche eléctrico en España, y que de forma paulatina incrementa sus estaciones de recarga según aumenta el número de coches eléctricos en nuestras carreteras.
Para el año que viene, si se aprueban los Presupuestos Generales del Estado, está previsto que se amplie la red de cargadores por parte de diferentes empresas a lo largo de la geografía de nuestro país. Planes como los de IONITY a nivel europeo, que cuenta con el respaldo de marcas como Daimler, Ford, BMW y el grupo Volkswagen, que pretende abrir en España y Portugal 100 puntos de carga ultrarrápidos en colaboración con Cepsa. Por otro lado, Iberdrola pretende, para antes de que acabe el año 2019, instalar 200 puntos de carga a lo largo de las principales autovías y corredores el país, con una distancia máxima entre ellos de 100 kilómetros. Estos cargadores serán de diferentes potencias: de 50, 150 y 350 kW.
Toda esta serie de medidas para los próximos años apuntan a fomentar la viabilidad del coche eléctrico más allá del uso meramente urbano y extender su rentabilidad a la realización de viajes largos por las principales carreteras del país. Sin embargo, atendiendo a varios factores como el creciente número de ventas de este tipo de vehículos, nos preguntamos: ¿será suficiente?