El Renault ZOE es actualmente el segundo coche eléctrico más vendido de Europa tras el Nissan LEAF, después de haber dominado las listas de ventas en 2015, 2016 y 2017. El relevo del ya veterano modelo está cerca, pues en 2019 hará acto de presencia su segunda generación (que en realidad será un restyling profundo de la primera).
Sin embargo, en la marca francesa son conscientes de que tendrán que diversificar su oferta para cubrir la mayor cantidad posible de nichos del mercado, por lo que lanzarán nuevas propuestas en los próximos años para acompañar al ZOE. Así, Guilles Normand, máximo responsable de movilidad eléctrica en Renault, ha confirmado desde el Salón de París que la marca «definitivamente necesita algo más grande [que el ZOE]».
El ejecutivo ha desgranado la estrategia del fabricante a medio plazo: «El ZOE es del segmento B [utilitarios], por lo que necesitamos bajar al segmento A [urbanos] con el K-ZE, y también necesitamos subir al segmento C [compactos]. Nuestra estrategia es muy clara: queremos cubrir los sectores clave en Europa: los segmentos A, B y C».
Normand añadió además que el modelo del segmento C será un equivalente eléctrico al Kadjar, el C-SUV de la compañía derivado del Nissan Qashqai. «La tendencia de la industria en todo el mundo son los SUV […]». De acuerdo con Normand, este modelo debería tener más autonomía que los ZOE (403 km NEDC, 300 km WLTP) y K-ZE (250 km NEDC).
«Si observa el perfil de los compradores del ZOE, el 80% de los usuarios se ajustan a la autonomía de 300 km. Para el segmento C, sólo lo hacen el 60%, por lo que necesitaremos más autonomía. Para 2022, queremos una autonomía real de más de 500 kilómetros, por lo que estamos trabajando en ello». Teniendo en cuenta que Normand ha comparado la autonomía del C-SUV con la conseguida por el ZOE bajo el ciclo de homologación WLTP, entendemos que los más de 500 km de autonomía que conseguirá el nuevo modelo también serán WLTP. Por lo tanto, estaríamos hablando de más de 430 km por carga en condiciones reales.
El nuevo modelo será el primer Renault en utilizar la plataforma modular eléctrica de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, la CMF-EV. Se fabricará en la planta de Douai, Francia, y al igual que ocurre con el Kadjar y el Qashqai, probablemente sea el mismo coche que el SUV eléctrico que Nissan presentará el año que viene, pero con una carrocería y un interior propios.
Aunque todavía no hay nada confirmado, es altamente probable que el nuevo modelo se ponga a la venta en 2021, pues la fábrica de Douai ya está comenzando a recibir inversiones para adaptarse a la fabricación de la nueva plataforma CMF-EV.
Fuente | Autocar
