Cualquier movimiento del «Oráculo de Omaha» Warren Buffet, es seguido de cerca por toda la industria e inversores que ven en sus inversiones una apuesta de futuro. Lo hizo en 2008 con la compra del 25% de BYD, que 10 años después ha visto como el interés en el coche eléctrico ha disparado su valor un 500%, transformando una inversión de 232 millones de dólares en un capital de 1.600 millones.
Ahora Buffet ha puesto sus miradas en otra de las tendencias de futuro como es la producción de litio. Un material fundamental para las baterías de los coches eléctricos, que poco a poco está recibiendo un mayor interés por parte de los inversores.
Esto lo ha confirmado el Financial Times, que ha publicado esta semana los acuerdos firmados por la empresa de Buffet, Berkshire Hathaway, para poder acceder a la extracción de litio de sus pozos geotérmicos en California. Un proyecto que pretende ofrecer una alternativa más cercana a los fabricantes de baterías situados en Estados Unidos.
Según fuentes internas, la nueva iniciativa de Buffet ha estado en conversaciones con diferentes fabricantes, entre ellos Tesla. Unos acuerdos que permitirán a los interesados en hacerse con un suministro cercano y rápido para atender una demanda que no para de crecer, y que en muchos casos está limitada precisamente por la baja capacidad de producción de baterías.
Un ejemplo de esto son las recientes declaraciones del director ejecutivo de la china Jiangxi Ganfeng Lithium, actualmente principal suministrador de Tesla y BMW. Según este, en la próxima década habrá una cierta escasez de litio debido a la explosión de la demanda, y la falta de inversiones para seguir el ritmo por parte de la industria.
Algo de lo que es consciente Warren Buffet, y la propia Tesla que el pasado año firmaba un importante acuerdo de tres años con la empresa minera china Ganfeng Lithium. Esta se encargará de nada menos que una quinta parte del total del suministro de litio para el fabricante norteamericano, lo que nos da una idea de la importancia de un contrato que tendrá tres años de duración y que comprenderá el periodo 2018 a 2020. Un acuerdo que podrá ser extendido por Tesla otros tres años más cuando llegue a su final el actual.
Señales que nos indican que la carrera por hacerse un hueco en el mercado del coche eléctrico involucra a industrias tan competitivas como la minera. Un aspecto que como vemos está siendo atacado por algunos visionarios que ya hace tiempo que se han dado cuenta que el futuro es eléctrico, pero donde habrá sitio para los que hayan hecho los deberes asegurándose un suministro fiable, y lo más económico posible.
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