La industria automovilística de Alemania invertirá cerca de 60.000 millones de euros en los próximos tres años en sectores como el coche eléctrico y conducción automática. Así lo ha indicado el jefe de la asociación de la industria automovilística VDA en un acto previo al inicio del Salón del Automóvil de Ginebra.
«Invertiremos más de 40 mil millones de euros en movilidad eléctrica durante los próximos tres años, y otros 18 mil millones se invertirán en digitalización y conducción conectada y automatizada», dijo el presidente de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA) Bernhard Mattes. La gama de modelos eléctricos de los fabricantes alemanes se triplicaría a hasta cerca de 100 propuestas diferentes en ese período.»
Según el representante alemán, el aumento de la producción y ventas de coches impulsados por electricidad está comenzando a despegar en Europa. Sin ella, añade, los objetivos de CO2 de la UE no se pueden alcanzar para 2030, y pide lo que llamó condiciones regulatorias adecuadas en toda Europa.
El Sr Mattes también ha puesto énfasis en la importancia de la infraestructura de carga. Un elemento clave que indica debe recibir más incentivos y facilidades para mejorar el atractivo de los vehículos eléctricos entre la población.
El principal problema de los alemanes no es su experiencia, ni su capacidad industrial, de sobra probados. El problema es que se han olvidado de un elemento clave que está atenazando las ventas de algunas marcas. Hablamos de la producción de baterías.
Grupos como Volkswagen han llegado a acuerdos a corto plazo para sacar adelante la demanda actual, con LG en este caso, y también a largo plazo para asegurarse la producción cuando el mercado sea más maduro. Pero estos acuerdos todavía tardarán unos años en ponerse en marcha por los plazos de ejecución de una instalación como una fábrica de baterías.
Luego tendrán que lograr contar con una tecnología y unos precios competitivos que no sólo les permita cubrir la demanda, sino poder vender en volumen y ganar dinero con ello.
Una transición en la que nos jugamos mucho en el resto de Europa, ya que no olvidemos que una parte de la producción de coches de Alemania tiene lugar en nuestro país. Y una caída de las ventas, se notará en todos los estados con presencia de estas plantas.
Vía | Reuters
