Hace apenas unas semanas, el director ejecutivo de Nissan, Hiroto Saikawa, anunció su marcha de la compañía nipona tras admitir numerosas remuneraciones que excedían lo estipulado por la empresa. Este hecho se produjo meses después de la detención de Carlos Ghosn, el antiguo máximo responsable de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, acusado de varias irregularidades financieras en Japón.
Durante los últimos meses, la relación entre Renault y Nissan se ha ido deteriorando de forma inexorable. La primera, que salvó a la marca japonesa en 1999 comprando el 43,4% de la empresa, tiene una posición dominante en la Alianza, algo que no gusta a los segundos, que tienen un mayor peso en el mercado global. La detención de Ghosn y las desavenencias entre ambas compañías han llevado a una situación delicada, que incluso ha supuesto el fin de las negociaciones de fusión entre Renault y FCA (FIAT-Chrysler).
Ahora, Nissan ha nombrado a los sucesores de Saikawa, los cuales tendrán la ardua tarea de revertir la situación de decrecimiento a la que se enfrenta Nissan en algunos mercados, así como reparar las relaciones con su socia Renault. Los elegidos han sido Makoto Uchida, Gerente General, y Ashwani Gupta, Director Ejecutivo Adjunto (COO).
Makoto Uchida ha sido jefe de Nissan en China, aunque anteriormente se ocupó de gestionar las compras de la Alianza. También estuvo trabajando en Renault Samsung Motor, la filial coreana del fabricante francés. Ashwani Gupta, de origen indio, ha sido por su parte director operativo de Mitsubishi Motors y jefe del negocio de vehículos comerciales ligeros de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
Gupta, que es francófono, se graduó en el Instituto Europeo de Administración de Empresas, en Francia. Además, estuvo trabajando ocho años para Renault, incluyendo seis años en los que vivió en París, a los que habría que sumar otros tres años a cargo de la división de vehículos comerciales de la Alianza, dominada por Renault. Es de esperar por lo tanto que el nuevo Director Ejecutivo Adjunto de Nissan sea una pieza clave a la hora de tender puentes con Renault.
¿Cómo afectará este movimiento al programa de coches eléctricos de la Alianza? Si finalmente se estrechan lazos entre Renault y Nissan (algunos medios aseguran que podría llegarse al extremo de que la primera compre una mayor participación en la segunda para asegurarse su posición hegemónica en la Alianza), deberíamos ver más desarrollos compartidos, lo que permitirá disminuir los costes de desarrollo y ofrecer vehículos eléctricos más asequibles. No olvidemos que los próximos coches eléctricos de la Alianza se montarán sobre la plataforma modular eléctrica compartida CMF-EV.
Fuente | Le Figaro
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