Desde hace tiempo se escuchan rumores de que Renault prepara el lanzamiento de una versión más picante del ZOE. Un modelo llamado a ocupar un espacio en el mercado donde los modelos gasolina están siendo desplazados por culpa de sus cifras de emisiones, pero donde los motores eléctricos pueden ofrecer una excelente alternativa prestacional.
En declaraciones a la revista británica Autocar, Ali Kasai, vicepresidente ejecutivo de planificación de producto de Renault, ha confirmado que están trabajando en una versión deportiva del ZOE, que llegará para ocupar lo que ha denominado un segmento pasional, pero que al mismo tiempo sea respetuoso con el medio ambiente.
De momento desde la marca francesa no se han querido adelantar datos técnicos de este modelo, que debería estar inspirado en el espectacular prototipo ZOE e-Sport. Una verdadera bestia parda de dos motores, tracción a las cuatro ruedas y 463 CV de potencia, capaz de alcanzar los 100 km/h en apenas 3 segundos.
Por supuesto es de suponer que la configuración final no sea tan brutal, y el ZOE RS debería rondar una cifra que se colocaría entre los 250 y los 300 CV, que le permitirá lograr mejores cifras de aceleración que sus competidores gasolina, como el propio Clio RS, e incluso superar al Megane RS con sus 280 CV.
La batería de momento es todo un misterio, y desde algunos medios se ha indicado incluso que Renault estaba trabajando con un pack dotado de un electrolito sólido, que les permitiría lograr mejores prestaciones con un menor peso. Pero lo más probable es que finalmente opten por montar el pack del ZOE de serie, o incluso una pequeña evolución con algo más de capacidad.
En el aspecto de los plazos, desde Renault se ha indicado que el nuevo ZOE RS llegará lo antes posible. Todo con el objetivo de lograr mantener a la marca como uno de los líderes del mercado. Algo que nos lleva a un plazo de uno a dos años, lo que supone que como muy pronto no lo veremos presentado de forma pública hasta 2021, con unas entregas que posiblemente arrancarían en 2022.
Un movimiento lógico a la vista de la evolución de la tecnología, que además permitirá a Renault incluso plantearse eliminar de la oferta a las versiones gasolina RS, y sustituirlas por variantes eléctricas. Algo que tendrá su impacto en la reducción de emisiones de la gama.
