Tesla registra una patente de un cable de recarga refrigerado por líquido. Cargas más rápidas, más seguras y eficientes, con la vista puesta en el Semi
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Publicado: 01/10/2019 07:31
Tesla ha registrado una potente relacionada con un cable de carga rápida refrigerada por líquido, que abre las puertas a una nueva generación de cargadores cada vez más capaces, pero también más eficientes. Dos factores que permitirá no sólo ofrecer un servicio a los coches de la marca, sino también una alternativa a futuras propuestas como su camión eléctrico Semi.
En un breve espacio de tiempo, las cargas rápidas actuales de 120 o 150 kW quedarán superadas tanto por la nueva generación de Supercargadores, la V3, capaces de ofrecer hasta 250 kW. Más allá llegarán los Megacargadores, pensados para el Semi, su camión eléctrico, y que necesitará manejar una elevada cifra de potencia, que necesitará una toma y un cable capaces de ofrecer una carga segura y extremadamente rápida.
Como recordamos, durante la presentación de su camión eléctrico Tesla indicó que este llegaría al mercado con al menos dos versiones, cada una dotada de una autonomía. El primer y más accesible podría llegar a los 480 kilómetros con cada carga, y una superior que en principio podría alcanzar los 800 kilómetros, y que serán capaces de alcanzar potencias de carga de al menos 700 kW. Incluso superiores.
Uno de los objetivos de este nuevo sistema será el de lograr disipar el calor producido durante la transferencia de energía entre el punto y el vehículo. Un elemento clave que se resolverá gracias a un sistema de refrigeración líquido que transfiere el calor del cable al líquido, permitirá además de desarrollar sistemas de elevada potencia, también reducir el tamaño y peso de los actuales Supercargadores.
Podéis ver los detalles técnicos de la patente en este enlace | Patentscope
Gracias a este movimiento, Tesla se asegura el continuar con su ventaja competitiva de cara al futuro en cuanto a recarga rápida, sobre todo a la hora de comercializar su camión eléctrico. Un modelo que conoceremos el año que viene, y que dispondrá de un sistema de recarga suficientemente robusto y seguro como para permitir rutas intensas, siempre claro que exista una red de carga disponible.
Un sistema que previsiblemente vendrá respaldado por las baterías estacionarias Powerpack, que permitirán atenuar la enorme potencia de salida que necesitarán las futuras estaciones de carga de Tesla y que reducirán los costes operativos de las mismas para lograr convertir la red en una pieza clave de la economía del fabricante estadounidense.
Vía | TL