Volkmar Denner, máximo responsable del proveedor automotriz Bosch, ha declarado en una reciente entrevista que el gigante alemán seguirá invirtiendo en diversas tecnologías para ayudar a dar forma a la movilidad del futuro. Así, ha confirmado que el grupo está realizando fuertes inversiones en campos como la inteligencia artificial para mantener su posición de liderazgo en el mercado.
A la hora de ser preguntado por la movilidad eléctrica, Denner afirmó que Bosch está comprometida con dicha tecnología, pues tiene previsto invertir este mismo año un total de 500 millones de euros en vehículos eléctricos a baterías y en la pila de combustible de hidrógeno, señalando además que la electromovilidad es un campo actualmente en plena expansión para el fabricante.
«Desde principios de 2018 hasta mediados de 2019, se llevaron a cabo pedidos de alrededor de 13.000 millones de euros en electromovilidad para automóviles y camiones, por lo que este será un negocio de rápido crecimiento para nosotros en los próximos años», declara Denner, que recuerda que actualmente Bosch está involucrada en proyectos que van desde el desarrollo de bicicletas eléctricas hasta camiones eléctricos.
A pesar de todo, Bosch considera que el motor de combustión todavía tiene cuerda para rato, asumiendo que para el año 2030 dos de cada tres coches nuevos serán gasolina y diésel, ya sean con o sin hibridación (entendemos que la compañía incluye en sus estimaciones tanto a los híbridos convencionales como a los híbridos enchufables).
Denner ha enfatizado en varias ocasiones la importancia que tiene la «neutralidad tecnológica» para Bosch: «Los políticos deberían establecer objetivos ambiciosos para la protección del clima, por ejemplo, pero dejar la solución a la fuerza innovadora de la industria. Actualmente existe el riesgo de sobreenfatizar unilateralmente la movilidad eléctrica». El ejecutivo cree que los políticos deberían crear incentivos no solo para los vehículos eléctricos, sino también para aquellos que actualmente suponen cierta reducción en las emisiones de dióxido de carbono (entendemos que se refiere a los modelos a gas y a los híbridos).
Lo cierto es que esta no es la primera vez que Bosch se muestra reacia a aumentar su compromiso en el desarrollo del coche eléctrico a baterías, pues hace dos años evaluó y finalmente descartó la posibilidad de convertirse en un productor de celdas, vendiendo por el camino su startup dedicada al desarrollo de baterías de electrolito sólido.
Fuente | ecomento.de
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