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La Gigafábrica de Tesla en Nevada volverá a la actividad el 4 de mayo

A finales del pasado mes de marzo Tesla confirmaba el cierre temporal de su Gigafábrica de Nevada por el riesgo del coronavirus. Una decisión que ha provocado una paralización de la producción de componentes como las baterías, y que podría impactar de forma negativa en las cifras del 2020 con retrasos en las entregas de los nuevos modelos. Un evento que según las autoridades locales, se podrá dar por superado el 4 de mayo, que será cuando regrese la actividad a esta estratégica instalación.

Pero este retorno vendrá acompañado por la implementación de importantes medidas de seguridad para los trabajadores, como el uso obligatorio de mascarillas y guantes desechables durante la jornada laboral, así como la toma de medidas adicionales como el distanciamiento social y la desinfección frecuente de las estaciones de trabajo que se consideran de alto contacto.

Al igual que han hecho en su momento los fabricantes chinos, Tesla también instalará termómetros en la entrada de las instalaciones para detectar a aquellos trabajadores o visitantes que puedan sufrir fiebre, y que de sobrepasar los 38 grados serán enviado a casa. Además, si aparece un caso confirmado de COVID-19 en las instalaciones, se entrevistará al afectado y se investigará su paradero para determinar si hay otros trabajadores infectados. Si el empleado da positivo en la prueba, y este ha tenido contacto directo y extendido con otros empleados, Tesla también entrevistará a estos trabajadores y luego se les pedirá que se pongan en cuarentena y estén atentos a los síntomas.

La batería de medidas se extenderán también a los autobuses lanzadera que llevan a trabajadores hasta la planta, y cuyo servicio se reforzará al mismo tiempo que se reduce la capacidad máxima de uso a un 30%, lo que permitirá a los empleados mantener una distancia suficiente con el resto de compañeros.

Unos cambios drásticos que también afectarán a aspectos como la cafetería, donde ya no habrá servicio directo, y donde los clientes tendrán que realizar sus pedidos de forma online. Todo para lograr minimizar en la medida de lo posible el riesgo de contagio entre personas en una fase inicial crítica de reactivación de la actividad en esta instalación fundamental para el futuro de la marca.

Un retorno a la «normalidad» que permitirá recuperar la producción de baterías, y de esa forma minimizar el impacto que tendrá en las cuentas y las entregas previstas del segundo trimestre una parada forzada que habrá durado si no hay sorpresas, unas seis semanas.

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