En los últimos tiempos, las grandes ciudades de todo el mundo están viviendo el nacimiento de un nuevo tipo de transporte: la micromovilidad. El auge de los patinetes eléctricos y de las bicicletas con asistencia eléctrica, en muchos casos pertenecientes a compañías de sharing, está impulsando una serie de cambios en urbes como Madrid en pos de un transporte más sostenible.
Como no podía ser de otra forma, los fabricantes de automóviles no quieren perder su parte de este pastel. Mientras que algunas firmas como SEAT o Skoda están aprovechando para lanzar patinetes eléctricos, otras están yendo un paso más allá, apostando por la creación de diminutos cuadriciclos eléctricos que combinan un tamaño reducido ideal para la movilidad urbana con la sostenibilidad de una mecánica cero emisiones, todo ello aderezado con un precio de adquisición reducido.
El precursor de esta categoría fue el Renault Twizy de 2011, un modelo que si bien en Europa no ha logrado un éxito especialmente destacado debido a su carrocería abierta (las puertas son opcionales y no aíslan por completo el habitáculo) a caballo entre una moto y un coche, en Corea del Sur ha logrado una gran aceptación. Ahora otras compañías han decidido seguir los pasos del peculiar cuadriciclo francés.
Su primer rival directo será el Citroën AMI, un modelo que llegará este mismo año al mercado a un precio de apenas 6.900 euros y que se diferenciará del Twizy por su habitáculo cerrado y por tener sus dos plazas en paralelo (el Renault tiene una configuración en tándem). SEAT también ha presentado un prototipo similar, el Minimó, el cual muestra una configuración a caballo entre la del Citroën (habitáculo cerrado) y la del Twizy (asientos en tándem). Su producción podría comenzar el año que viene.
Ahora otra firma ha decidido unirse a esta ofensiva: KIA. El director de operaciones de la marca en Europa, Emilio Herrera, declara lo siguiente: «La gente quiere sentirse segura. Lo vimos de forma clara en una encuesta llevada a cabo tras el coronavirus en China, que ha provocado que la gente abandone el transporte público en favor del privado. Fue algo muy claro: de un 34% de uso del transporte privado antes de la crisis al 65%. Es decir, el 65% de las personas en China elegirían un automóvil privado. La razón es que se sienten seguros en su automóvil e inseguros en el transporte público. Creo que si las personas tuvieran la opción en Londres elegirían conducir su propio automóvil».
De acuerdo con Herrera, KIA está considerando la construcción de un pequeño coche eléctrico para cubrir dicha demanda: «Ya estamos estudiando una propuesta para tener micro vehículos muy pequeños para uso urbano, vemos un potencial real. Los vehículos a los que apuntamos son 100% eléctricos y con una autonomía pequeña, pues se usarán solo en un entorno urbano.
Nuestro proyecto analiza los vehículos L6 y L7, del mismo tipo que el Ami. Es algo que estamos investigando porque creemos que podría ser una alternativa […] siempre que podamos entregarlo a un coste similar al del transporte público. Entonces, eso significa un modelo de suscripción, o alquilarlo durante una semana o un mes, siendo tan flexible como el transporte público. Estamos buscando precios mensuales bajos para la suscripción.
El desarrollo de la plataforma sería llevado a cabo por KIA, si bien más adelante podría compartirse con Hyundai. Herrera afirma que el proyecto será global, no solo para Europa, y que se ofrecerá a un precio muy reducido gracias a las sinergias. Es posible que el modelo vea la luz en el año 2022.
Fuente | Auto Express
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