CATL está lista para fabricar una batería capaz de aguantar 2 millones de kilómetros y 16 años de uso

La carrera por diseñar las mejores baterías no ha hecho más que empezar, en un sector donde la competencia es feroz para lograr los contratos de los nuevos coches eléctricos. Una de las que más están creciendo es la china CATL, que ahora ha confirmado tener lista para producir unas revolucionarias baterías dotadas de una vida útil prácticamente ilimitada.

Así lo ha indicado el presidente de CATL, Zeng Yuqun, que esta semana ha confirmado a los medios que ya tienen listas sus nuevas baterías. Unas celdas de las que no ha dado detalles técnicos, pero que si ha asegurado serán las más competitivas del mercado en cuanto a vida útil.

Según el Sr Yugun, estas nuevas celdas contarán con una vida útil de al menos 2 millones de kilómetros en un vehículo, o 16 años de uso. Un cálculo que supondría el recorrer unos 125.000 kilómetros cada año en ese periodo de tiempo.

Con estos datos, desde CATL se quieren anticipar a una importante tendencia dentro del sector que supondrá que los fabricantes podrán contar no sólo con una tecnología fiable capaz de ofrecer un rendimiento a largo plazo sin problemas, sino que además estas baterías contarán con un enorme potencial llegado el momento de abandonar sus trabajos dentro de los vehículos para ser usados como elementos de almacenamiento de la red eléctrica. Algo que dará mayor valor residual al vehículo incluso después del paso de cientos de miles de kilómetros.

También quieren ayudar a terminar con los prejuicios que algunas personas todavía tienen con la durabilidad de las baterías para los coches eléctricos, que con esta nueva tecnología podrán resistir incluso más allá de la propia vida del vehículo.

Sin duda la parte más interesante es que no hablamos de una tecnología de futuro. El propio presidente de CATL así lo ha expresado durante la presentación de este proyecto, donde ha indicado que «si alguien realiza un pedido, estamos listos para entregarlo«.

En el lado negativo está que la ganancia en cuanto a vida útil vendrá acompañada por un incremento del precio. Se estima que el coste de las celdas respecto a los modelos actuales será de un 10% mayor. Un factor que podría limitar su uso a sectores como los modelos de gama alta y amplia autonomía, y sobre todo a los vehículos industriales donde esa diferencia de precio puede ser asumible teniendo el cuenta el enorme impacto que tendrá la vida útil de dichas celdas.

El resultado será que ya a corto plazo los fabricantes tendrán a su disposición unas baterías con una vida útil que incluso mejorará las famosas baterías del millón de millas de Tesla. Un aspecto que facilitará la electrificación de sectores como el transporte pesado que podrán añadir a sus flotas vehículos más económicos en el aspecto operativo, sin emisiones, y además con una vida útil extremadamente larga.

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