En el momento de su lanzamiento en 2012, Renault tomó la decisión de dotar a su utilitario eléctrico ZOE de un controvertido modelo de propiedad: el alquiler de baterías obligatorio. Inicialmente esto fue muy criticado por numerosos usuarios, pues la cuota mensual del alquiler echaba por tierra el ahorro de costes operativos que suponía la compra de un coche eléctrico.
Inicialmente Renault ofrecía varias modalidades de alquiler con límite de kilometraje; sin embargo, con el tiempo esto se modificó a un único tipo de contrato cuyo importe mensual variaba según los kilómetros recorridos («Flexi»). Con este movimiento, Renault buscaba dos cosas: abaratar el precio inicial del vehículo, y dar tranquilidad a aquellos usuarios preocupados por el envejecimiento del pack.
Con todo, al cabo de unos años la firma del rombo tomó la decisión de pasar a ofrecer también las baterías en propiedad, permitiendo a los clientes elegir qué opción les interesaba más. Sin embargo, en los últimos tiempos la opción de alquilar las baterías ha ido desapareciendo en algunos países. Ahora, le ha tocado al nuestro.
A partir de este momento, el Renault ZOE solo se podrá comprar con las baterías en propiedad, como ya ocurre con la inmensa mayoría de coches eléctricos del mercado. Esta decisión no supone ninguna modificación en la estructura de la gama (se mantienen los actuales acabados, motores, baterías, etc) ni una rebaja en los precios del modelo.
Así, el ZOE con el acabado básico Life, el motor R110 (109 cv, 225 Nm) y la batería de 41 kWh (313 km de autonomía) parte de los 29.128 euros de configurador. Por encima nos encontramos con el acabado intermedio Intens, el cual se asocia siempre con la nueva batería de 52 kWh. Está disponible con el antes mencionado motor R110, o con el nuevo R135 (135 cv, 245 Nm).
El ZOE Intens R110 (390 km de autonomía) parte de los 31.212 euros, mientras que el ZOE Intens R135 (389 km de autonomía) de los 31.665 euros. La versión tope de gama Zen está disponible exclusivamente con el motor R135 y la batería de 52 kWh (389 km de autonomía), costando un total de 32.888 euros antes de ayudas y descuentos. En todos los acabados la carga rápida en corriente continua a 50 kW sigue siendo una opción valorada en 1.000 euros.
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