Francia elevará el impuesto de matriculación a los coches más contaminantes hasta los 50.000 euros en 2022

Francia ha presentado la propuesta de renovación de su plan de lucha contra las emisiones contaminantes en el sector transporte, y donde las principales novedades son la reducción de los máximos de emisiones de los vehículos, que supondrá que los modelos de combustión verán aumentar sus impuestos de matriculación. Pero sin duda los grandes perjudicados serán aquellos modelos más contaminantes que verán como las cifras se disparan hasta llegar a los 50.000 euros.

Según los nuevos varemos, un modelo que emita más de 225 gramos de CO2 por kilómetro, tendrá que afrontar un impuesto de matriculación de 40.000 euros en 2021. Cifra que aumentará hasta los 50.000 euros en 2022.

Esto quiere decir que los modelos más contaminantes, habitualmente los más caros y potentes, tendrán que afrontar unos costes de adquisición mucho más elevados. Unas cifras que colocan en la actualidad a Francia como el mercado más exigente en este aspecto, con una media de 20.000 euros, cifra que podemos comparar con los 2.500 euros de máximo de mercados como Bélgica o Italia.

Esta modificación pone su punto de mira no solo en los coches más lujosos, sino también en los más de moda que nunca SUV. Algo que supone un duro ataque a uno de los segmentos más rentables para los fabricantes tradicionales.

Desde la consultora Jato Dynamics, se ha indicado que los grandes beneficiados de este movimiento serán los coches eléctricos e híbridos. Un apartado que además podría ser la tabla de salvación de algunas marcas ya que según los datos, nombres como Porsche esperan que para 2025 más de la mitad de sus ventas sean modelos electrificados.

Una modalidad que no perjudicará a los modelos económicos y con menos emisiones, y que supondrá recaudar una mayor cantidad entre los que si cuentan con cifras de contaminación superiores. Un dinero que servirá para financiar los programas de ayudas a la compra de coches eléctricos en un formato sin duda muy interesante.

En caso de recibir luz verde por parte del parlamento francés, la ley añadirá presión a la industria automotriz para lograr una reducción real que permita cumplir los objetivos climáticos de 2030 de la Unión Europea, que exige que el bloque reduzca las emisiones de CO2 en un 55% desde los niveles de 1990. Para lograr esto, la Comisión considera que los fabricantes deben eliminar gradualmente los motores de combustión y reducir aproximadamente a la mitad las emisiones de CO2 de los objetivos de 2021.

Algo que por lo que se ve no están haciendo de forma voluntaria, por lo que gobiernos como Francia han tomado la decisión de motivarles con el aumento de los impuestos a los modelos más contaminantes como aviso de unas normativas que se podrán extender a niveles más bajos según aumente la oferta de coches eléctricos y bajen sus precios.

Fuente | Bloomberg

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