El gobierno de Alemania ha confirmado la extensión del actual programa de ayudas a la compra de coches eléctricos, que finalizaba en 2021, y que se ha extendido hasta el 2025. Un movimiento ambicioso que busca aumentar la influencia de las ventas de eléctricos e híbridos enchufables y reforzar la creciente industria productiva dentro del sector.
En total se invertirán entre 2022 y 2025 nada menos que 3.000 millones de euros, que se destinarán a partes iguales en tres puntos clave. El primero será el extensión de las ayudas directas a la compra de coches eléctricos hasta 2025. Algo que supone un marco más estable para los fabricantes, vendedores y compradores, que no dependerán de la renovación anual de los fondos.
La segunda será un programa de renovación de vehículos viejos, un RENOVE, que incluirá a los vehículos industriales como los camiones, con el objetivo de reducir las emisiones en el sector transporte. Además, se creará un Fondo de Futuro para la Industria del Automóvil, que se centrará en apoyar los trabajos de I+D relacionado con la movilidad del futuro.
El ministro de Economía, Peter Altmaier (CDU), dijo que el objetivo es reforzar la apuesta industrial y aumentar los puestos de trabajo relacionados con el coche eléctrico, del que ya dependen cientos de miles de personas. También reforzar a la industria asociada, todo en un paquete de estímulos económicos que supondrá movilizar entre 2020 y 2025 un total de 5.000 millones de euros para facilitar la adaptación al cambio ecológico y digital.
Entre los puntos que estaban por concretar era la de si los híbridos enchufables tendrían ayudas. Finalmente el gobierno alemán ha visto la cada vez mayor importancia de esta tecnología entre sus marcas, y ha decidido mantener los incentivos a pesar de las críticas de los grupos ambientalistas. Unas críticas que desde el gobierno se han intentado calmar indicando que se buscarán fórmulas más ambiciosas para los modelos 100% eléctricos.
Un proyecto que no se olvida de la parte fundamental de la infraestructura de recarga, que también contará con apoyo desde el sector público, y mejoras en aspectos como la burocracia y los requisitos para la apertura de nuevas estaciones de carga rápida, y que busca afianzar a Alemania como la gran referencia europea en la producción de coches eléctricos, lo que les permitirá atraer más inversiones también en sectores relacionados como la producción de componentes y de baterías.
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Vía | Golem