Desde Stellantis identifican las mayores barreras de acceso al coche eléctrico

Desde Stellantis identifican las mayores barreras de acceso al coche eléctrico

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Publicado: 27/01/2021 10:02

La infraestructura de recarga del vehículo eléctrico y su desarrollo, unida a la preocupación del cliente por el alcance al que puede llegar a bordo de un coche cero emisiones puro, son las dos principales barreras que dificultan una adopción de este tipo de automóviles por parte del gran público, según la máxima dirigente en Reino Unido de Peugeot, DS y Citroën.

Alison Jones es la vicepresidenta senior de Stellantis, el nuevo gigante del automóvil surgido tras la asociación de FCA y PSA, para todo Reino Unido de las marcas francesas. Durante una comparecencia en el Autocar Business Live celebrado este enero, la ejecutiva ha querido constatar cuáles son los retos principales de los potenciales compradores de un coche eléctrico.

Para Jones, «es necesario educar a los clientes para que consideren el coste total de la propiedad de un vehículo eléctrico en comparación con un ICE, en lugar de únicamente el precio de venta«.

El precio más elevado de un coche eléctrico sigue siendo una importante barrera de acceso a la hora de ser el salto a la nueva movilidad. Además de esto, la ansiedad por la autonomía, es un fenómeno íntegramente relacionado con uno de los grandes problemas del transporte por carretera cero emisiones; la red de carga.

El precio no lo es todo

Para Jones, «el precio que pagas por un vehículo eléctrico nuevo no es la única consideración para los clientes potenciales; hay otras barreras en las que la gente está pensando, que tal vez sean barreras más grandes en este momento«.

El miedo a no llegar al destino crece en función de la disponibilidad de una red de estaciones de carga a lo largo y ancho de la red cie carreteras de cualquier país. La sensación de no saber si se llegará al destino desaparecer rápidamente en aquellos países con una red extensa, fiable y capilar de puntos de recarga rápida.

Saber que cada pocos kilómetros hay un punto de carga eliminaría muchos de los problemas del temor a no llegar, que sigue preocupando más de los futuros compradores que de los actuales poseedores de coches eléctricos.

Frente a esto la ejecutiva considera que este factor es clave puesto que los clientes, además del precio, «piensan que cambiar a un vehículo eléctrico es un gran paso, en términos de uso debido a las diferencias entre los automóviles, con factores como la ansiedad por la autonomía, la infraestructura de carga y dónde pueden cargar sus vehículos«.

Apostando por la educación

A la hora de valorar el coste operativo de un automóvil, es decir, el precio que nos cuesta la posesión y la utilización del vehículo a lo largo de su vida, incluyendo todos los costes inherentes, la ejecutiva de Stellantis piensa que «para los clientes de la flota es una conversión más fácil, porque considerar el costo total de propiedad, incluido el precio de compra y los costos de funcionamiento, es la forma en que los clientes de la flota gestionan«. Por este motivo el cliente privado lo tiene algo «más difícil, porque tienes más variables«.

El grupo PSA integrado ahora en Stellantis, ha reforzado su presencia en el mercado del coche, SUV y crossover eléctrico con una amplia gama a través de sus marcas que abarcan múltiples opciones y llegan a muchos segmentos del mercado con una oferta fresca e interesante.

Tras las restricciones y el giro político del Gobierno británico puestas en marcha de cara a 2030, las empresas se enfrentan a una fuerte presión a la hora de convencer a sus clientes a dar el salto a la nueva movilidad.

Por este motivo Jones indica que su grupo ha «tenido que hacer educación para que los clientes muestren cómo pueden vivir con vehículos eléctricos. Los incentivos de los gobiernos tienen la clave en ese impulso, tanto en términos de la subvención enchufable [para comprar un vehículo eléctrico como los beneficios e incentivos potenciales disponibles».

Pero la vicepresidenta tiene claro que para llegar a una solución exitosa para fabricantes, gobiernos y consumidores, «la otra parte vital es la infraestructura y asegurarse de que en el futuro, sea tan fácil obtener electricidad como con los combustibles actuales«.