A finales del pasado año repasábamos los valores que más han crecido en bolsa el pasado año en el sector del coche eléctrico. Una recopilación que nos mostraba el meteórico crecimiento de algunas marcas de coches eléctricos, como NIO, con un 1.069% en 2020, o Tesla, que sólo el pasado año ha aumentado el valor de sus acciones un 779%. Ahora los expertos están buscando cuál será el próximo fabricante que debute en la cotización y que sea capaz de repetir los éxitos del 2020.
Para la mayor parte de los analistas, Rivian podría ser el próximo bombazo en bolsa una vez que comience su cotización.
Las razones son variadas. Una de ellas es el largo proceso de desarrollo de todo el ecosistema de la compañía, que lleva en marcha desde 2009. Algo que les ha permitido por ejemplo preparar una fábrica propia que anteriormente estaba ocupada por Mitsubishi.
También está el fuerte respaldo de inversores con gran potencial tanto para aportar dinero, como para luego convertirse en clientes de la propia Rivian. Están por ejemplo, Amazon, que además de capital comprará decenas de miles de furgonetas eléctricas. También fondos de inversión como el gigante BlackRock, Fidelity, T. Rowe Price, así como fabricantes tradicionales como Ford, que no ha querido dejar pasar de nuevo una oportunidad para posicionarse dentro de una startup con gran potencial de competir en sus segmentos más rentables.
Otro factor que está animando a los inversores es la gran capacidad de captación de capital que está logrando Rivian. Al calor del impulso de todo el sector de la movilidad eléctrica, y eso que todavía no conocemos los planes de la nueva administración Biden que se supone lanzará un enorme programa de incentivos, Rivian ha sido capaz de cerrar una última ronda donde ha captado 2.650 millones de dólares, lo que ha llevado la actual valoración de la compañía hasta los 27.000 millones de dólares.
Esto supone casi la mitad que la propia Ford Motor y sin haber entregado todavía ni un solo vehículo, estando previsto el inicio de las entregas de su primer modelo, la esperada pick-up eléctrica R1T, este próximo verano.
También a favor de Rivian es que a diferencia de Tesla, estos han apostado desde el principio por un tipo de vehículos como son los SUV y las pickups eléctricas, que están más de moda que nunca, mientras que los de Elon Musk apostaron por las berlinas, en retroceso en ventas en todo el mundo.
Unas expectativas que no se han enfriado a pesar de los planes de crecimiento contenido de Rivian, que se ha marcado un reto más modesto que la propia Tesla, con un objetivo de sacar adelante unas 20.000 unidades en 2021, y crecer hasta las 40.000 en 2022.
Cifras pre-pandemia que están pendientes de actualizar para una marca que cuenta con una instalación situada en la localidad de Normal, Illinois, con una capacidad máxima de 250.000 unidades al año. Algo que nos indica que Rivian tiene mucho margen por delante.
Y es que a diferencia de Tesla, Rivian ha preferido mantenerse «privado» el mayor tiempo posible para lanzarse al mercado bursátil una vez tengan los productos desarrollador y la fábrica en marcha. Algo que sucederá este año en un valor que para muchos puede ser uno de los más prometedores del año.
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