El segmento C (compactos) es, junto con el segmento B (utilitarios), uno de los más populares del mercado europeo. Por ello, no es de extrañar que las marcas estén apostando por electrificarlo rápidamente; sin embargo, el auge de los SUV ha llevado a que por el momento sean pocos los hatchbacks compactos con motorizaciones 100% eléctricas a la venta.
Si bien a corto plazo llegarán modelos como el Renault Megane E-TECH Electric o el Tesla Model C, en la actualidad la oferta en esta categoría se reduce al veterano Nissan LEAF y a dos recién llegados: el Citroën ë-C4 y el Volkswagen ID.3. Hoy vamos a analizar la propuesta del crossover francés y del vanguardista alemán en una comparativa en la que repasaremos sus precios, autonomías y equipamientos.
El Citroën ë-C4 actualmente se ofrece con una única mecánica: un motor de 136 CV y 260 Nm asociado a una batería de 50 kWh de capacidad bruta (algo más de 45 kWh útiles). El Volkswagen ID.3 por su parte dispone de cuatro conjuntos motrices: Pure Performance (150 CV, 45 kWh útiles), Pro (145 CV, 58 kWh útiles), Pro Performance (204 CV, 58 kWh útiles) y Pro S (204 CV, 77 kWh útiles).
Debido a sus similitudes a nivel de potencia, batería y precio, vamos a comparar el ë-C4 con el ID.3 Pure Performance. El primero de ellos homologa una autonomía de 352 km WLTP, mientras que el segundo se queda en 348 km WLTP. Su configuración mecánica poco tiene que ver: el Citroën es tracción delantera, mientras que el Volkswagen es trasera.
Además, el ID.3 se asienta sobre la plataforma dedicada MEB y el ë-C4 sobre la arquitectura multienergía eCMP. Por lo tanto, el Citroën comparte carrocería y base con los C4 gasolina y diésel, mientras que el Volkswagen no tiene nada que ver con un Golf equivalente. Esto queda patente por ejemplo en la habitabilidad: a pesar de que el ID.3 es más corto (4,26 metros frente a 4,36 metros), tiene algo más de maletero (385 litros frente a 380 litros).
Tanto uno como otro están disponibles en tres acabados: Feel (33.770 euros euros), Feel Pack (34.770 euros) y Shine (36.270 euros) en el Citroën; Pure (32.240 euros), City (34.780 euros) y Style (38.745 euros) en el Volkswagen. Como puede verse, el acabado de acceso del Volkswagen es algo más barato; a cambio, en terminaciones medias y altas resulta más costoso.
Tanto el ë-C4 Feel como el ID.3 Pure incluyen de serie ópticas LED y llantas de 18 pulgadas; por otro lado, el equipamiento de seguridad es similar: ABS, ESP, múltiples airbags (si bien el Volkswagen añade el airbag central delantero), frenada automática de emergencia, anclajes ISOFIX, sensores de presión de los neumáticos, e-Call, sensores de luces y lluvia, aviso de salida de carril y reconocimiento de señales de tráfico. El Citroën equipa además unas suspensiones con topes progresivos hidráulicos, mientras que el Volkswagen añade el control de crucero adaptativo.
En el apartado multimedia, tanto uno como otro disponen de una pantalla táctil de 10 pulgadas con Android Auto y Apple CarPlay. Aunque ambos cuentan con climatizador, en el Citroën es bizona e incluye bomba de calor (en el Volkswagen es una opción valorada en 1.360 euros). En cuanto a la carga, el ë-C4 puede llegar a 7,4 kW en alterna (11 kW en opción por 300 euros) y a 100 kW en continua. El ID.3 está limitado a 7,2 kW en alterna y a 50 kW en continua.
Citroën ë-C4 | Volkswagen ID.3 Pure Performance | |
Potencia | 136 CV (100 kW) | 150 CV (110 kW) |
Batería | 50 kWh (brutos) | 55 kWh (brutos) |
Autonomía | 352 km WLTP | 348 km WLTP |
Carga en alterna | 7,4 kW (11 kW opcional) | 7,2 kW |
Carga en continua | 100 kW | 50 kW |
Precio | 33.770 euros | 32.240 euros |
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