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Citroën C5 X: la clásica berlina se transforma en un llamativo crossover híbrido enchufable

Desde la desaparición del C5 de segunda generación en 2017, Citroën se encontraba huérfana de una berlina familiar (segmento D), categoría en la que llevaba militando desde 1970 con míticos modelos como el GS/GSA, el BX o el Xantia. Por lo tanto, la llegada del C5 X supondrá el regreso de la marca de los chevrones a este competido nicho del mercado.

El nuevo Citroën C5 X tiene unas dimensiones similares a las del anterior C5 (4,80 metros de largo, 1,87 metros de ancho, 1,49 metros de alto); sin embargo, estéticamente tiene poco que ver con aquel. En este caso nos encontramos ante una berlina de cinco puertas a caballo entre un sedán, un familiar y un SUV.

A pesar de que el C5 X es más bajo que el C5 Aircross, no renuncia a algunos elementos de corte aventurero como una suspensión sobreelevada y protecciones plásticas en paragolpes, pasos de rueda y taloneras. El apellido «X» precisamente busca remarcar el carácter crossover del nuevo modelo, distanciándolo del C5 original; sin embargo, también es un homenaje a otros Citroën del pasado (la letra X siempre ha sido muy significativa para la firma francesa: AX, BX, CX, ZX, XM, Saxo, Xsara, Xantia…).

Estéticamente, el nuevo Citroën C5 X bebe de las líneas del C4 de tercera generación, con unas luces diurnas en forma de V que convergen a la bigotera que nace del logo. Los faros LED serán de serie en toda la gama. La línea lateral recuerda por su parte a la de un familiar como el anterior C5 Tourer, y encontramos guiños a modelos como el BX (pilar C flotante) o el XM (acristalamiento de 360º, alerón trasero) en toda la carrocería. Tampoco podemos perder de vista su inspiración en los prototipos Numéro 9 Concept (2012) y C-Xperience Concept (2016).

El interior también es muy similar al del C4, con una pantalla táctil de 12 pulgadas (de 10 pulgadas en los acabados de acceso) como gran protagonista. Tampoco faltan elementos como una instrumentación digital de 7 pulgadas, el Head-up Display a color, los asientos Advanced Comfort (reclinables hasta 27º, con banqueta extensible, masaje, etc), acristalamiento lateral laminado… El portón da paso por su parte a un amplio maletero de 545 litros (ampliable a 1.640 litros con los asientos traseros abatidos).

El Citroën C5 X no se ofrecerá con motorizaciones diésel, algo hasta hace poco impensable en esta categoría. Aunque dispondrá de variantes gasolina (1.2 PureTech y 1.6 PureTech), la versión más interesante será el híbrido enchufable, que ofrecerá una potencia máxima de 225 CV y una autonomía en modo eléctrico de unos 50 km. Por el momento no se han revelado más datos técnicos de este conjunto motriz.

La caja de cambios será en todos los casos automática (EAT8), y aunque el vehículo no dispondrá de la sofisticada suspensión hidroneumática que equiparon todos sus predecesores, contará con un sistema de amortiguación adaptativo combinado con los topes hidráulicos progresivos vistos en otros modelos de la firma. El C5 X se producirá exclusivamente en China, y no llegará al mercado europeo hasta la segunda mitad de este año.

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