Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford anunció recientemente que prácticamente toda la demanda mundial de electricidad podría satisfacerse con energías renovables a mediados de este siglo. Un objetivo que podremos alcanzar pero que requerirá no solo la expansión de las instalaciones, sino también la evolución tecnológica de los actuales sistemas. Algo en lo que destaca una iniciativa de la Universidad Técnica de Dinamarca que ha mostrado los primeros resultados de un nuevo diseño de pala para aerogeneradores que promete mejorar el rendimiento de cada instalación.
El proyecto denominado SmartTip se inició en 2017 y finalizó su fase de estudio en 2020. Una iniciativa en la que colabora Siemens Gamesa Renewable Energy, que explora el diseño de un nuevo tipo de puntas de las palas de las turbinas eólicas, que buscan aumentar el tamaño del rotor y producir más energía y aumentando la eficiencia del conjunto.
Sobre estas nuevas palas, de las que de momento no han dado demasiados detalles, sus diseñadores han indicado que tienen el potencial de reducir significativamente el coste de la energía eólica por año, lo que se traducirá en un incremento de la rentabilidad de cada instalación y con ello la aceleración de las inversiones en implantación.
Para ello se diseñaron nuevas puntas de hoja en las palas mediante una optimización basada en modelos aeroelásticos. Estas pruebas muestran en los primeros prototipos un aumento de la producción de energía anual de entre el 4 y 6%.
Por supuesto ahora queda escalar estas cifras a modelos de producción real. Pero supone un ejemplo de que además de aumentar la cuota de producción de renovables, las compañías deben apostar también por la evolución de los actuales sistemas que permitan hacer más con menos. Una forma de mejorar la eficiencia y la rentabilidad.
Dos factores clave que facilitará la aceleración de las inversiones en I+D, pero también una mayor implicación de los grandes inversores para apoyar la transición energética donde cada pequeño avance supondrá reducir todavía más la dependencia de las fuentes sucias o peligrosas.
Una evolución que podría permitir sacar mayor partido a una tecnología que ha visto crecer sus cifras hasta las del monstruoso Haliade-X. Un aerogenerador desarrollado por la estadounidense General Electric que cuenta con una altura de 259 metros y una potencia de 13 MW y que ya opera en lugares como el Mar del Norte. Cifras que los investigadores ha trabajan en aumentar hasta los 20 MW por unidad, que deberían entrar en funcionamiento el próximo año.
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Fuente | Windenergy