Está claro que el despliegue masivo del coche eléctrico supondrá muchos cambios. Menos contaminación, menos ruidos, menos gasolineras y más puntos de carga… No obstante, lo que no cambiará es la necesidad de disponer de una póliza para circular. Los seguros seguirán siendo necesarios ya que, a pesar de que la tecnología avance, los accidentes seguirán produciéndose.
Cabe recordar que los modelos cero emisiones siguen estando conducidos por personas, las cuales no siempre prestan la atención necesaria a la carretera. Basta con un despiste para que el automóvil pierda su trayectoria y acabe impactando contra otro usuario de la vía. En el mejor de los casos solo será un simple golpe de chapa. Ahí, van a ser los seguros los que decidan quién paga los daños de quién.
Dentro de poco tiempo, las calles estarán llenas de coches eléctricos. Sin embargo, en la actualidad ya son muchas las compañías que se están anticipando a su llegada. La oferta de seguros para modelos ecológicos no ha parado de crecer en los últimos años.
Entre sus especificaciones, esta clase de seguros dispone de algunas coberturas que no existían hasta ahora. Por ejemplo, algunas aseguradoras especializadas ofrecen asistencia en carretera para llevar el vehículo hasta el punto de recarga más cercano. Una grúa se acercará a la ubicación donde se haya quedado tirado el coche para remolcarlo hasta una electrolinera y así poder retomar la marcha. La idea es acabar con el miedo a quedarse sin batería en medio de un trayecto.
Por su parte, otra cobertura de los seguros de modelos eléctricos es la carga rápida in situ. En casos específicos, algunas pólizas ofrecen la opción de enviar un vehículo de asistencia y recargar la batería allí, sin tener que pasar por una estación de carga. Esto reduce el tiempo de espera y beneficia al cliente.
Coche eléctrico vs coche de combustión
Diferentes investigaciones aseguran que la llegada del coche eléctrico y conectado podría motivar una reducción del precio de los seguros, ya que son menos propensos a tener averías. Además, las nuevas tecnologías de ayuda a la conducción reducen la posibilidad de tener accidentes, lo cual podría abaratar las primas.
Esta es solo una de las ventajas de los coches ecológicos frente a los de combustión. Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) asegura que adquirir un modelo cero emisiones supone un ahorro de al menos 9.000 euros tras 11 años de uso, si se compara el coste de compra, de los impuestos, del seguro, del combustible y del mantenimiento de un coche de gasolina.
Mientras que un vehículo compacto eléctrico de gama media que recorre unos 14.600 kilómetros al año tendría un coste total de unos 56.000 euros en 11 años, un modelo de motor de gasolina de las mismas características habría gastado unos 65.000 euros. A pesar de que el precio de adquisición es mayor, el Plan Moves III y el menor precio de mantenimiento y de combustible permiten estas cifras.
Sea cual sea el vehículo del que dispongas, tener un buen seguro es siempre la mejor opción. Aunque un seguro a terceros con responsabilidad civil es obligatorio, nunca está de más disponer de otras coberturas que pueden sacar a cualquiera de un apuro. Asistencia en carretera, defensa jurídica, asistencia médica o garantía de invalidez permanente son algunos de los elementos que ofrecen las aseguradoras y que, en el peor de los casos, pueden ayudar al conductor.
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