Cuando hace unos meses Tesla presentaba en el Battery Day sus nuevas celdas 4680, confirmó que estas supondrán un importante paso adelante al lograr incrementar la autonomía de sus coches un 16% y reducir los costes en un 14%. Un potencial que ahora el propio Elon Musk ha confirmado que será aplicado en el Tesla Model Y que se fabricará en la nueva planta que levantan en Texas.
Como recordamos, las celdas 4680 cuentan con un diseño patentado de «electrodo sin lengüeta» que además eliminarán las pestañas empleadas en el cátodo y en el ánodo para conectarse a los terminales de la carcasa, simplificando la producción de las celdas y mejorando su rendimiento. Algo que debería traducirse además en una producción más rápida.
Y es que con la nueva Gigafábrica de Texas, que tiene fecha de inicio de producción a finales de este año, Tesla contará con tres instalaciones en Estados Unidos, a las que se sumará la de Alemania y la ya en funcionamiento de China. Algo que permitirá al fabricante americano lograr un importante nivel de capacidad productiva, pero que tendrá que alimentar con las suficientes baterías.
Algo a lo que ayudará este nuevo formato de celda, que durante su presentación se ha confirmado que también permitirá una fabricación mucho más rápida y eficiente: cada una de las nuevas líneas de producción podrá llegar a los 20 GWh anuales de capacidad, una mejora de hasta siete veces respecto a los procesos actuales. Esto conllevará una reducción del 75% en las inversiones por GWh producido y posibilitará la creación de Terafábricas de tamaño inferior a las Gigafábricas actuales (hasta 10 veces más pequeñas por GWh).
Del infierno al infierno
Pero estos datos son relevantes, pero más todavía si ampliamos el objetivo y vemos qué está pasando en la actualidad en las plantas de Tesla en Estados Unidos. Allí la acumulación de unidades ya producidas se está convirtiendo de nuevo en un problema para Tesla.
Un infierno logístico provocado no sólo por la enorme demanda que ha provocado que se haya colgado el cartel de todo vendido, sino por problemas con una pieza de momento desconocida, que ha tenido como consecuencia la acumulación de hasta 20.000 unidades del Model 3 y Model Y en la fábrica de Freemont que no pueden ser entregados.
Según indica el portal Electrek, el número de vehículos afectados podría seguir aumentando ya que no hay una solución para la reparación o un cronograma para ello. De momento parece que no se ha realizado una parada de la producción, por lo que cada día los almacenes de Tesla se llenan con más y más unidades a la espera de una solución que indudablemente afectará a los números de este trimestre.
Por no hablar de los nuevos proyectos, como el camión eléctrico Semi y la indescriptible pickup Cybertruck, que posiblemente sean víctimas colaterales de esta situación que pone sobre la mesa los muchos retos que tiene Tesla por delante para lograr cumplir con todos sus objetivos.
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