Los retos pendientes del coche eléctrico y los procesos de fabricación de sus baterías

En los últimos tiempos hemos podido observar cómo cientos de instituciones y gobiernos han apostado por la movilidad eléctrica. Tanto es así, que en el año 2020 un total de 17.925 coches eléctricos se vendieron en España. Esta cifra supone duplicar los matriculados en 2019 a pesar del año de pandemia.

Otro dato sorprendente que refleja la evolución de este sector es la subida del 390,87% de las matriculaciones de coches eléctricos en mayo de 2021 respecto al mismo mes del año anterior, alcanzando la cifra de 2.150 unidades. Pero no todo son buenas noticias.

Según un nuevo informe de la ONU, existen una serie de problemas éticos con respecto a la fabricación y el uso de vehículos eléctricos. Esos problemas residen en la manera de obtener todos los elementos necesarios para poder hacer funcionar un vehículo de este tipo.

Las baterías de los vehículos eléctricos contienen cobalto, un elemento esencial en la fabricación de baterías. El problema viene en el modo de conseguir dicho material, el cual se encuentra mayoritariamente en la República Democrática del Congo, país que alberga el 50% del cobalto mundial.

El informe de la ONU afirma que aproximadamente 40.000 niños son los encargados de obtenerlo trabajando “en condiciones extremadamente peligrosas, con equipo de seguridad inadecuado, por muy poco dinero en las minas en el sur de Katanga”.

Dicho documento va más allá, afirmando que estos niños ganan salarios exiguos y son sometidos a “violaciones y abusos psicológicos”. Además de este problema, el cual afirman que está muy generalizado, añaden la preocupación por la acumulación de ácido sulfúrico en las minas abandonadas.

Esta acumulación podría contaminar los suministros de agua locales. Por otro lado, los mineros corren el riesgo de respirar polvo de uranio al excavar, según el informe. El análisis también revela que la refinación de litio consume el 65% del agua de la región chilena. De esta manera, la escasez de agua conlleva la migración de la población.

A este ritmo, según un estudio de ABB, se prevé que para 2030 la previsión de capacidad de fabricación de baterías no será suficiente para satisfacer la demanda de la industria del automóvil. Además, también se cree que habrá una escasez de litio y cobalto, materiales esenciales para la fabricación de baterías.

Esto supone un freno para el abaratamiento de las baterías, cuyos precios serán un 58% más barato que en 2020, según datos de Bloomberg New Energy Finance (BNEF). Para la reducción de nuevas extracciones, los expertos señalan que tendremos que mejorar mucho la técnica de reciclaje de las baterías, ya que se espera que en la próxima década se retiren millones de toneladas.

Se estima que se necesitarán 120.000 toneladas de cobalto cada año para 2030, y su precio ha aumentado de alrededor de 20.000 euros por tonelada en 2013 a más de 50.000 euros en la actualidad. 

Por ello, los fabricantes están intentando dejar de emplear cobalto, incluso llegando a rastrear su procedencia. Pero este material sigue siendo fundamental, mientras que el refinado masivo hace que rastrear sus orígenes sea casi imposible en algunos casos.

La ONU finaliza el informe confirmando la degradación del ecosistema debido a la minería de litio, además de añadir su preocupación por la salud de los mineros por la probabilidad de sufrir edemas pulmonares.

Fuente: Auto Express

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