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Stellantis quiere levantar su tercera fábrica de baterías en Europa

Stellantis sigue creciendo por todo el mundo con la llegada de nuevo modelos eléctricos y la apertura de nuevas fábricas. Hace un día nos hacíamos eco sobre Ellesmere Port, en Reino Unido. En ella, Stellantis afirmaba que pasarían a fabricar solamente furgonetas eléctricas, dando así un paso adelante hacia una movilidad eficiente.

Ahora, el grupo automovilístico se encuentra en negociaciones para la construcción de su tercera fábrica de baterías en Europa, concretamente en Italia. Su objetivo no es otro que poder hacer frente a la masiva demanda de coches eléctricos en el país, según fuentes cercanas.

Las dos primeras fábricas están previstas que se ubiquen en Francia y Alemania, ambas en una empresa conjunta con una subsidiaria de Total Energies. De esta manera, Italia se convierte en la tercera ubicación debido a que es uno de los principales centros de producción de Stellantis en Europa.

Así lo confirmaba una segunda fuente cercana, afirmando que Stellantis se estaba decantando por construir su tercera fábrica de baterías europea en Italia y que su presidente, John Elkann, estaba en Roma para reunirse con varios representantes del Gobierno.

La marca tiene previsto ofrecer solamente versiones electrificadas para el año 2025. Esto será posible gracias a la fusión entre PSA Group y Fiat Chrysler, la cual se llevó a cabo en enero de este año y que dio lugar a Stellantis.

«Aún llevará tiempo concretar un acuerdo, pero lo bueno es que las cosas han comenzado a moverse de manera concreta», dijo una fuente gubernamental de alto nivel.

El dirigente general, Carlos Tavares, dijo en abril que Stellantis decidiría este año sobre la construcción de nuevas fábricas de baterías en Europa y América del Norte. La semana pasada afirmaba que las conversaciones estaban en curso con el gobierno italiano, pero que aún no se había tomado una decisión final.

El proyecto se construiría en el marco de una colaboración público-privada, en la que Stellantis tendría un papel destacado, lo que supondría una inversión total de más de 1.000 millones de euros, con la ayuda financiera del Gobierno de Italia.

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