El fabricante surcoreano sigue adelante con sus planes de hacer más accesible la electrificación a las masas, y también pensando en los segmentos más humildes. De acuerdo a una información de Auto Express, el proveedor BorgWarner confirma tales planes de Hyundai, tener un urbano del segmento A totalmente eléctrico. También puede aparecer como un Kia, o en las dos marcas.
La producción comenzará en torno al 2023. Aunque la cadena cinemática de BorgWarner -que integra motor, transmisión y electrónica de potencia en un paquete compacto- será capaz de entregar una potencia pico de 135 kW/186 CV, lo más seguro es que no se utilice todo y se limite la potencia a unos más conservadores 100 CV. De esta forma se alinea con las versiones de motorización má decente de su urbano actual, el i10, que algún día necesitará un sustituto ya sin motores térmicos.
La generación actual del i10 data de 2019, muy reciente, por lo que cabría esperar que ambos modelos coexistan en el mercado durante una temporada, o que se cese su venta en algunos mercados como la Unión Europea, y el restyling -que tocaría por esas fechas- ya se siga vendiendo en el resto del mundo.
Sabemos que el nuevo eléctrico de Hyundai tendrá la misma arquitectura eléctrica de 400 voltios del Kona eléctrico, que ya estará en 2023 un poco más amortizada y permitirá ajustar costes. Si bien la cantidad de módulos de batería no será tan abundante, al haber menos espacio disponible, sí será capaz de recuperar autonomía rápidamente, como 160 km en media hora a un ritmo de 50 kW en corriente continua. Con 40 kWh sería más que suficiente para un modelo urbano.
También es muy probable que Hyundai se apunte a la tendencia creciente de meter las características SUV en el segmento A, que tiene sus ventajas, como más espacio para baterías y una excusa para poner el precio más alto que a un coche como el i10 actual. Posiblemente Toyota haga lo mismo con el sucesor del Aygo, anticipado por un mini SUV.