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Este reactor de torio chino puede cambiar la energía nuclear para siempre

En el lejano desierto de Gobi, se pondrá en marcha en pocos días un reactor nuclear experimental, que utiliza una tecnología muy diferente a la asociada con la energía nuclear conocida hasta ahora. Esta nuevo instalción nuclear utilizará torio como combustible en lugar de uranio.

La industry nuclear tal cual la conocemos en la actualidad, podría dar un vuelco por completo si la Academia de Ciencias de China obtienen el éxito esperado, gracias a esta nueva instalación experimental que entrará en funcionamiento en el desierto del Gobi.

Una de las primeras cosas que llaman la atención de este reactor es su ubicación. Hasta ahora un desierto nunca ha sido el lugar natural de una central nuclear, debido a la vital necesidad de refrigeración del reactor mediante abundantes fuentes de agua.

Un concepto diferente

Una de las ventajas del reactor nuclear alimentado que use torio como combustible es que en lugar de agua, se usan sales fundidas.

Este tipo de centrales tienen el potencial de producir energía nuclear relativamente segura y barata, al mismo tiempo generan una cantidad mucho menor de residuos radiactivos, en comparación con los reactores convencionales.

Además, el isótopo torio-232 de origen natural no puede sufrir fisión, pero cuando se irradia en un reactor, absorbe neutrones para formar uranio-233, que es un material fisible que genera calor.

El uso de un combustible diverso y la eliminación de la necesidad de agua para refrigerar la central permite a estas centrales ofrecer un grado de seguridad mayor que las tradicionales.

Diferencias sustanciales

Al contrario que los reactores que usan el uranio convencional, las sales fundidas al enfriarse se solidifican rápidamente al entrar en contacto con el aire. De esta forma se aisla el torio minimizando el riesgo en caso de una hipotética fuga, reduciendo drásticamente la radiación en el medio ambiente, según un análisis publicado en LiveScience.

«En comparación con los reactores de agua ligera de las centrales nucleares convencionales, los reactores de sal fundida funcionan a temperaturas significativamente más altas, lo que significa que podrían generar electricidad de manera mucho más eficiente«, segura Charles Forsberg, ingeniero nuclear del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge.

El reactor de China utilizará sales a base de flúor, que se funden en un líquido incoloro y transparente cuando se calientan a unos 450ºC. La sal, en este caso, actúa como refrigerante para transportar calor desde el núcleo del reactor.

Además, en lugar de varillas de combustible sólido, los reactores de sal fundida también utilizan la sal líquida como sustrato para que el combustible, como el torio, se disuelva directamente en el núcleo.

Para China, el torio puede ser una alternativa interesante puesto que el país asiático es rico en tierras raras. El torio es un metal débilmente radiactivo que se encuentra naturalmente en las rocas, y en la actualidad tiene poco uso industrial.

De hecho, este termina por ser un producto de desecho en la creciente industria minera de tierras raras en China y, por lo tanto, se convierte en una alternativa atractiva al uranio importado.

Una apuesta firme

China apostó en 2011 por los reactores de sal fundida, como alternativa más segura y económica a las centrales nucleares convencionales, dentro de su plan para reducir la dependencia energética exterior y combatir las emisiones de una economía que se ha convertido en una gran devoradora de energía.

Estos reactores se encuentran entre las «tecnologías perfectas» para ayudar a China a lograr su objetivo de cero emisiones de carbono para alrededor de 2050, dice el experto en energía del Instituto de Investigación Energética de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma en Beijing, Jiang Kejun.

Reactor experimental

Este nuevo reactor será operado por el Instituto de Física Aplicada de Shanghai (SINAP), el reactor Wuwei está diseñado para producir sólo 2 megavatios de energía térmica, que únicamente es suficiente para alimentar hasta 1.000 hogares.

En caso de los experimentos finalicen con éxito, China espera construir un reactor de 373 megavatios para 2030, que podría alimentar cientos de miles de hogares.

«El torio abunda muchísimo más que el uranio y por eso sería una tecnología muy útil dentro de 50 o 100 años«, un lapso de tiempo en el que se estima que los yacimientos conocidos de uranio se agoten por completo, según indica Lyndon Edwards, experto de la Organización de Ciencia y Tecnología Nuclear australiana. 

Los reactores nucleares no son la única tecnología en la que China está invirtiendo como parte de su esfuerzo por ser neutral en carbono. La presa de Baihetan, la segunda instalación hidroeléctrica más grande del mundo después de la presa de las Tres Gargantas de China, entró en funcionamiento en junio y tiene una capacidad de generación de energía de 16 gigavatios.

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