A día de hoy, el Grupo Volkswagen no tiene ningún coche eléctrico encuadrado en el segmento B (utilitarios), uno de los más importantes del mercado europeo: su gama eléctrica de acceso está compuesta por tres modelos del segmento A (urbanos), los SEAT Mii electric, Skoda CITIGOe iV y Volkswagen e-up!, y por encima cuenta con propuestas del segmento C (compactos) en adelante, como es el caso del Volkswagen ID.3.
Esto cambiará en 2025 con la llegada de la «MEB Entry Family», una gama de coches eléctricos asequibles con la que la compañía alemana tratará de dar el impulso definitivo a la popularización de la movilidad eléctrica en Europa. Los integrantes de esta alineación harán uso de la plataforma modular MEB Small, una versión abaratada y simplificada de la plataforma MEB ya vista en los Volkswagen ID.3 e ID.4.
Solamente tres marcas se beneficiarán de esta arquitectura: CUPRA, que lanzará un utilitario deportivo basado en el diseño del prototipo UrbanRebel Concept; Skoda, que desarrollará un automóvil «enfocado en el espacio»; y Volkswagen, que ha confirmado el lanzamiento de dos modelos asentados sobre dicha base: el ID.1 y el ID.2.
Mientras que el ID.1 será un hatchback convencional similar al Polo, el ID.2 será un B-SUV equivalente al actual T-Cross. Curiosamente, el ID.2 será el primero en llegar al mercado, pues su lanzamiento está programado para 2025, mientras que el ID.1 se hará esperar hasta 2027. Al igual que el resto de modelos de la «MEB Entry Family», los ID.1 e ID.2 se producirán en las plantas españolas del grupo (Landaben y Martorell).
El Volkswagen ID.2 costará algo menos de 20.000 euros
Durante el pasado Salón del Automóvil de Múnich, Volkswagen presentó un prototipo a modo de adelanto del ID.2, el ID. Life Concept. El todocamino será el primero en estrenar una nueva línea de diseño dentro de la familia ID, más simple, atemporal y con un toque retro: faros redondos, volúmenes bien definidos, supresión de elementos estéticos superfluos…
Al contrario que la plataforma MEB, la plataforma MEB Small será de tracción delantera, motivo por el que empleará frenos de disco en el eje posterior en lugar de tambores. Su esquema de suspensiones será MacPherson en el eje delantero y de barra de torsión en el trasero, una configuración similar a la que podemos encontrar en la MQB A0 de los Polo y T-Cross.
El prototipo ID. Life se presentó con un motor eléctrico de 234 CV (172 kW) y 290 Nm. Esta unidad motriz, capaz de hacerle completar el 0 a 100 km/h en 6,9 segundos y de impulsarle hasta un máximo de 180 km/h, solo estará disponible en la variante deportiva GTX.
Algo similar ocurrirá con las baterías: habrá varios packs, siendo el más capaz de 57 kWh. Con él, el ID.2 homologará una autonomía máxima de unos 400 km WLTP. Volkswagen empleará celdas LFP (litio ferro-fosfato) para mantener a raya los costes; no en vano, el precio de partida de este SUV será de algo menos de 20.000 euros antes de ayudas.
Se espera que tanto las dimensiones (4,09 metros de largo y 1,60 metros de alto) como las especificaciones de carga (163 km en apenas 10 minutos) se mantengan en el modelo definitivo. Por otro lado, recientemente Volkswagen confirmó que el vehículo contará con actualizaciones OTA, lo que permitirá mantener su software siempre «a la última».
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