Recientemente, la prensa francesa se hizo eco de la cancelación del nuevo C4 Aircross, un modelo derivado del actual C4 que la firma francesa iba a producir en la planta madrileña de Villaverde. La discontinuación del proyecto se debería, aparentemente, a que sus dimensiones quedarían demasiado cerca de las del futuro C3 Aircross (que crecerá hasta los 4,30 metros) y del C5 Aircross (4,50 metros).
Ahora, se ha confirmado que este último modelo será sustituido por un nuevo SUV eléctrico. Al igual que su predecesor, que se lanzó al mercado en el año 2017, el nuevo todocamino se fabricará en la planta que tiene el grupo Stellantis en Rennes (Francia). Todo parece indicar que será uno de los primeros vehículos del conglomerado en hacer uso de la plataforma STLA Medium.
La arquitectura STLA Medium cubrirá los segmentos C (compactos), D (familiares) y E (ejecutivos); es decir, se empleará en vehículos de entre 4,35 y 5 metros. Sus baterías serán de entre 87 y 104 kWh, mientras que su autonomía máxima se situará en 700 km WLTP. También podrá equipar dos tipos de módulos de accionamiento eléctrico: uno de entre 170 CV (125 kW) y 245 CV (180 kW) y otro de entre 204 CV (150 kW) y 449 CV (330 kW).
La asignación de este modelo a Rennes ha sido confirmada por el sindicato CFE-CGC. Didier Picard, secretario de la sección, afirma que el proyecto, conocido internamente por el código CR3, «abre un horizonte de actividad más allá del año 2025», asegurando el futuro de la planta bretona durante los años de transición a la movilidad eléctrica.
La planta de Rennes se encargará de fabricar el nuevo Citroën C5 Aircross
Rennes recibirá una inversión de 152 millones de euros para acoger la producción del nuevo SUV eléctrico. Estas instalaciones también se encargan de producir el Peugeot 5008, otro modelo que será sustituido a corto plazo (en un principio, su tercera generación, desarrollada en paralelo al nuevo 3008, verá la luz a lo largo del año 2023).
El sindicato Force Ouvrière ha recibido la noticia con entusiasmo. «Es un gran soplo de aire fresco que se siente bien. Esta decisión es sinónimo de sostenibilidad para el sitio y, por tanto, de mantenimiento de puestos de trabajo. Este esperado anuncio también marca el final de la incertidumbre, en un contexto de corta jornada muy significativa por la crisis de los semiconductores».
El Independent Automobile Union por su parte afirma que la asignación de este proyecto es «una victoria para los empleados de Rennes», dejando claras las grandes esperanzas que hay depositadas en el nuevo modelo eléctrico. «Esta nueva plataforma, capaz de sustentar vehículos eléctricos e híbridos, refuerza aún más la sostenibilidad de la actividad del sitio, ya que hará que la planta sea versátil para otros vehículos del futuro».
Fuente | Ouest-France
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