Entre enero y julio de 2020 Tesla nos dijo que fabricarían celdas de batería en Grünheide (Alemania), luego que no, y finalmente que sí, en la conferencia de resultados del segundo trimestre. Es más, Tesla se mostró interesada por ayudas que superarían los 1.000 millones de euros para dicha gigafactoría de celdas. Pues bien, ya ha decidido que no le interesan las ayudas del programa de innovación de baterías (IPCEI) de la Unión Europea, casi 1.140 millones de euros se quedan libres para otros proyectos.
Del autor de palabras: «Ningún subsidio es necesario, pero todos son útiles», llega el «hemos aprendido la lección», y no puede ser otro que Elon Musk, CEO de Tesla. Tanto el Ministerio Federal de Economía de Alemania como el Ministerio de Economía del land de Brandeburgo fueron informados de la negativa a aceptar las ayudas. Esto no supone ningún paso atrás en sus planes para fabricar celdas de baterías y reciclarlas en Grünheide.
Más bien, se trata de una operación cuyos beneficios se ven eclipsados por las desventajas. Handesblatt explica que Tesla prefiere renunciar a la subvención para preservar sus secretos comerciales y por motivos de imagen. Esto último significa que la compañía prefiere ser independiente en este aspecto, y de hecho, existe un antecedente para recordar.
En este tuit del sábado 27, Elon Musk explicó a un tuitero que habían aprendido la lección. Hace 10 años, Tesla recibió una ayuda pública en forma de préstamo del Departamento de Energía (DoE) de Estados Unidos, 465 millones de dólares. La cantidad fue devuelta antes de tiempo, a pesar de la penalización por cancelar la deuda, porque los términos de la ayuda fueron «onerosos» y excedieron el valor del dinero recibido.
El día anterior, Elon Musk respondió a otro tuit previo, en el que añade matices: «Desde el punto de vista de Tesla, todos los subsidios/subvenciones deberían ser eliminados, pero eso debe incluir las subvenciones masivas que se dan a los combustibles fósiles y el gas».
Por otra parte, Tesla no necesita dicha inyección de capital y someterse a las condiciones de la misma. En los resultados del tercer trimestre Tesla declaró tener 16.065 millones de dólares «en caja». Toda la deuda de Tesla asciende a 2.100 millones de dólares, excluyendo la financiación de coches y productos energéticos. Podrían pagarla «de una», así como invertir más de 5.000 millones de dólares en la fábrica alemana de baterías, y seguiría sobrándoles el dinero. En 2010, cuando se solicitó la ayuda del DoE de EEUU, no fue el caso.