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Uber lleva retraso en su objetivo de electrificación en Europa y las ciudades deben reaccionar

Los servicios de alquiler de coches con conductor, antes de que lleguen los robotaxis, han inundado las grandes ciudades de todo el mundo, con el consiguiente aumento de la circulación y de las emisiones de estos vehiculos.

Un gigante del ride-hailing como Uber parece progresar muy lentamente en su promesa de electrificarse, según descubre un nuevo análisis. La investigación llevada a cabo por Transport & Environment (T&E), pone de manifiesto como la descarbonización de los servicios de transporte en las ciudades europeas está impulsada por la regulación, y no por las promesas de Uber.

Desde T&E indican que que los anuncios de las empresas de sus intenciones, no sustituyen a que los gobiernos y los ayuntamientos tomen medidas para defender a sus ciudadanos.

Trasporte y emisiones

El transporte compartido o de ride-hailing ha surgido de forma explosiva en los últimos 10 años. Esta nueva ‘moda’, que ha generado nuevos servicios tras de sí, ha revolucionado los medios de transporte creando una alternata a los taxis, automóviles y transporte público en las zonas urbanas.

Empresas como Uber, Lyft, Bolt y otras han permitido a los automovilistas privados usar sus automóviles como taxis. Pero con estos servicios y los avances que han supuesto, se han generado nuevos problemas y retos.

Los estudios evidencian que las empresas de transporte han aumentado la congestión en las ciudades del mundo. Esto ha supuesto un nuevo reto para el control de las emisiones en las grandes urbes por lo que se generado una mayor presión para que se descarbonicen este tipo de servicios.

Durante el año pasado, la campaña #TrueCostOfUber de T&E destacó cómo el crecimiento de Uber y otros servicios de transporte ha ido de la mano con un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero en las ciudades donde opera Uber.

Por este motivo se incitó a Uber a realizar un compromiso a través de una promesa donde la mitad de sus viajes, a través de las siete ciudades europeas en las que opera, se realizarían en coches eléctricos a finales de 2025.

Las palabras se las lleva el viento

Pero las pabras sólo son eso, palabras que el viento (contaminado de la grandes ciudades) puede hacer desaparecer rápidamente. Para que las afirmaciones y declaraciones sean verdaderas deben convertirse en datos y hechos concretos.

Los nuevos datos analizados por T&E demuestran que menos del 5% de la distancia conducida en los viajes de Uber es en automóviles eléctricos. Con esto se constata que la compañía apenas tiene cuatro años para electrificar otro 45% de sus millas totales.

Los datos muestran que Uber funciona mal en París, Madrid, Berlín y Bruselas, donde casi no se ofrecen coches eléctricos. Ciudades como Lisboa, Londres y Ámsterdam requieren que todos los medios de transporte de la empresa sean 100% eléctricos para 2025, mientras que no existen tales reglas en las otras cuatro ciudades.

El gerente del programa de flotas eléctricas de T&E, Saúl López, ha indicado al respecto que «esto debería servir como lección de que las promesas corporativas no sustituyen a los gobiernos a todos los niveles que toman medidas para defender la salud y el clima de sus ciudadanos. Uber y otras agencias de transporte deberían estar haciendo más, pero también deberían hacerlo los gobiernos. Los objetivos claros para tener flotas de cero emisiones darán a los operadores de transporte y a los proveedores de cobro la certeza que necesitan invertir«.

Los datos de Uber analizados por T&E ponen de manifiesto que el 9% de la distancia de viaje en Lisboa ahora se realiza en coches eléctricos, mientras que es del 6% en Londres y Ámsterdam, mientras que las otras cuatro ciudades apenas superan el 1%, cuando la cifra no es inferior.

Fuente | Transport & Environment

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