Desde el pasado día 1 de enero, ha entrado en vigor el nuevo Impuesto de Matriculación que grava especialmente a los automóviles dotados de motor de combustión interna, tanto diésel como gasolina, que más emisiones realizan.
La llegada del nuevo año 2022, trae consigo una penalización para los coches más contaminantes. El impuesto ahora grava con un un 40% las emisiones que homologa cada automóvil según el ciclo europeo en vigor WTLP.
Esta subida se traduce en dinero extra a desembolsar, para quienes quieren comprar un automóvil dotado de una tecnología centenaria y que ya tienen fecha de caducidad en Europa.
El Impuesto de Matriculación
El encarecimiento de las tarifas se cifra en torno a los 12 euros de media en la cuota mensual de un coche financiado, según Anfac. En España hasta ocho de cada diez compras son financiadas (frente a las 6 de cada 10 en Europa), en periodos normalmente de 4 o 5 años.
Por su parte Sumauto recalca que el factor clave para un conductor a la hora de adquirir un vehículo nuevo no es su precio final, sino la capacidad de poder hacer frente la inversión del mismo. Es decir, cuál es la parte de su renta mensual que terminará dedicando la la financiación del vehículo.
Gracias a los datos aportados por la Agencia Tributaria, el precio medio de un vehículo nuevo en 2020 fue de 19.081 euros, una cifra superior respecto a los 16.700 euros de 2016. Esto supone un pago extra del 14%. En 2021 según la misma fuente el precio a fin del primer semestre de 2021 (último dato disponible) fue de 20.291 euros.
Subidas de precios
La subida del precio medio de un automóvil en España constatada por la Agencia Tributaria, es mucho mayor que la correspondiente subida salarial de los trabajadores españoles que entre 2016 y 2019 se situó en el 5,3%.
Desde enero de 2022, el Gobierno de España ha recuperado el Impuesto de Matriculación penalizando a los fabricantes tradicionales, y su oferta de vehículos más contaminantes y perjudiciales para la salud de la ciudadanía y el medioambiente.
Para un coche medio de 19.081 euros, según los cálculos de la Agencia Tributaria, que posea unas emisiones de 160 g/km de CO₂, anteriormente pagaba un 4,5%.
A partir del 1 de enero paga, en porcentaje, un 9,75. Es decir, que de pagar 859 euros, ahora con la recuperación del impuesto el precio se incrementa en 1.860 euros.
El coche eléctrico como alternativa
Puesto que el impuesto grava las emisiones, el coche eléctrico es ajeno a esta subida, confirmándose, de nuevo, como una alternativa, no sólo más saludable sino también más económica a medida que el precio y los gravámenes lastran al coches tradicional de gasolina y diésel.
Una vez más, el coche eléctrico se afianza como alternativa a los impuestos, precios y restricciones que lastrarán al automóvil tradicional en 2022.
