Presentación estática: Toyota bZ4X. Un SUV eléctrico con la fiabilidad y las capacidades todoterreno por bandera (Vídeo)

Presentación estática: Toyota bZ4X. Un SUV eléctrico con la fiabilidad y las capacidades todoterreno por bandera (Vídeo)
Ya conocemos el precio del Toyota bZ4x en algunos mercados de Europa

11 min. lectura

Publicado: 20/01/2022 16:21

El pasado martes 18 de enero, ForoCochesEléctricos acudió a la presentación nacional del Toyota bZ4X, el primer coche eléctrico de la firma japonesa enfocado al mercado de masas. Con este modelo, la compañía quiere dar un golpe en la mesa y demostrar que no ha llegado tarde a este sector en plena expansión, sino en el momento justo.

El bZ4X se encuadrará dentro de la nueva gama bZ («beyond Zero») de Toyota, la cual estará integrada exclusivamente por modelos cero emisiones. De cara al año 2030, el fabricante aspira a contar con un total de treinta coches eléctricos a baterías a nivel global (incluyendo las propuestas de Lexus, su marca premium).

El recién llegado es un modelo ambicioso, pues tendrá que competir en una de las categorías más internacionales del panorama: el segmento D (SUV medianos), donde plantará cara a los Ford Mustang Mach-E, Hyundai IONIQ 5, Nissan Ariya, Tesla Model Y y Volkswagen ID.4. Además, tendrá un duro rival dentro de casa: el popularísimo RAV4, disponible como híbrido e híbrido enchufable.

El Toyota bZ4X se asienta sobre la nueva plataforma modular e-TNGA de la marca y ha sido desarrollado en colaboración con Subaru, que comercializará su propia versión (Solterra). El todocamino medirá 4,69 metros de largo, 1,65 metros de alto, 1,86 metros de ancho y disfrutará de una batalla de 2,85 metros. Gracias al empleo de una arquitectura dedicada, es 8,5 centímetros más bajo que el RAV4 y tiene 16 centímetros más de distancia entre ejes a pesar de ser solo 9 centímetros más largo.

El bZ4X estrena un nuevo lenguaje de diseño dentro de Toyota

Desde un punto de vista estético, el recién llegado es un vehículo llamativo, pues fusiona algunos elementos típicos de un eléctrico (frontal sin parrilla, capó corto, parabrisas adelantado, voladizos reducidos a su mínima expresión, amplia distancia entre ejes) con ciertas características inherentes a los vehículos todoterreno (protecciones plásticas de gran tamaño en los pasos de rueda y en las taloneras).

Los finos grupos ópticos en forma de cabeza de martillo hacen que el coche se desmarque del diseño de otros Toyota, mientras que los pilotos unidos a lo ancho del portón siguen la tendencia actualmente imperante en el mercado. El toque juvenil lo aportan las llantas de 20 pulgadas y el techo pintado en contraste con el resto de la carrocería.

Lo primero que llama la atención del habitáculo es la instrumentación digital de 7 pulgadas, situada en una posición sobreelevada y bastante retrasada. De acuerdo con Toyota, esta configuración permite maximizar la sensación de espacio. Al igual que ocurre en los Peugeot con i-Cockpit, el display se consulta por encima del aro del volante.

El sistema de infoentretenimiento se controla a través de una pantalla táctil de 12 pulgadas en formato apaisado. Aunque su respuesta a ratos peca de tener cierto lag (algo que no debería preocuparnos, pues la unidad en cuestión era un preserie), el diseño de la interfaz es más moderno e intuitivo que en otros Toyota.

Un habitáculo bien aprovechado

La compañía ha tenido el buen criterio de mantener los controles del climatizador en un módulo separado. Aunque la mayoría de botones son hápticos (salvo los de regular la temperatura, que son físicos), lo cierto es que se agradece el no tener que navegar entre diferentes submenús para poder controlar según qué funciones.

El ensamblado de las diferentes piezas parece a priori correcto, si bien hasta que no testemos un modelo de serie no podremos evaluar este apartado. La elección de materiales es por su parte llamativa: la plancha superior del salpicadero está realizada en plástico rígido y cubierta por tejido, solución similar a la de algunos smart. Las puertas sin embargo sí que cuentan con plásticos mullidos en su zona alta, mientras que la consola central está realizada en plástico negro piano, un material vistoso pero con tendencia a ensuciarse.

La habitabilidad es uno de los puntos fuertes del bZ4X, pues el espacio disponible para las piernas en las plazas traseras es digno de una berlina de lujo. Tampoco va falto en altura (yo mido 1,75 metros y todavía me sobraban 5 dedos hasta el techo), mientras que la quinta plaza está bien aprovechada por el diseño plano de la banqueta y por la ausencia de túnel central. Los pasajeros de la segunda fila cuentan con aireadores, dos tomas USB-C (que se suman a las dos de la consola central) y asientos calefactados (plazas laterales).

En los aspectos prácticos, nos encontramos con una de cal y otra de arena. Aunque hay tres huecos de grandes dimensiones en la consola central, dos de ellos con tapa, aparentemente no hay guantera (o al menos yo no supe abrirla). El maletero cubica 452 litros (es decir, 128 litros menos que el RAV4 híbrido y 68 menos que el RAV4 híbrido enchufable), y no hay frunk o maletero delantero bajo el capó.

El Toyota bZ4X tendrá unos 450 kilómetros de autonomía

El Toyota bZ4X se comercializará en dos versiones: una de tracción delantera y otra con tracción total. La primera dispondrá de un motor de 204 CV (150 kW) y 265 Nm que le permitirá hacer el 0 a 100 km/h en 8,4 segundos y alcanzar una velocidad punta de 160 km/h, mientras que la segunda rebajará el crono a 7,7 segundos gracias al empleo de dos propulsores en configuración «dual» (uno en cada eje) que rendirán 218 CV (160 kW) y 336 Nm en conjunto.

Como puede verse, la mejora prestacional no es grande; sin embargo, la principal ventaja de esta variante será su rendimiento off-road. El sistema 4×4, desarrollado por Subaru, contará con una función X-MODE que permitirá al vehículo desenvolverse con soltura en situaciones adversas (barro, nieve, pendientes resbaladizas), garantizándole un desempeño superior al de sus rivales fuera de la carretera.

Su pack de baterías tendrá 71,4 kWh de capacidad bruta y estará refrigerado por líquido. Aunque todavía no se ha especificado su autonomía oficial bajo el ciclo WLTP, Toyota estima que superará los 450 km homologados. Todos los bZ4X que se vendan en España contarán con un cargador trifásico de 11 kW (en algunos mercados estará limitado a 7,4 kW en monofásica), mientras que en corriente continua podrá llegar a 150 kW, recuperando el 80% de su alcance en treinta minutos.

Uno de los aspectos en los que más ha hecho hincapié Toyota durante la presentación del vehículo ha sido su fiabilidad: tras veinticinco años fabricando híbridos, la compañía afirma que cuenta con la experiencia suficiente como para asegurar que el pack mantendrá el 90% de su capacidad original tras 240.000 km recorridos; además, las baterías estarán garantizadas al 70% durante diez años o un millón de kilómetros.

Toyota propone una garantía sin parangón para las baterías

Una de las claves para lograr esta durabilidad será el control múltiple del voltaje, la intensidad y la temperatura de cada celda: si se detecta una generación de calor anómala, se activarán una serie de controles para evitar que el problema vaya a más. También se han implantado medidas para reducir la degradación de los materiales; por ejemplo, el proceso de fabricación cuenta con mecanismos de protección para evitar la entrada de cuerpos extraños en las celdas.

El sistema de climatización contará con una bomba de calor, lo que mejorará la eficiencia del vehículo en climas fríos; además, opcionalmente se podrá equipar un techo solar que permitirá generar la energía equivalente a 1.800 km al año. Por otro lado, el vehículo contará con varios modos de conducción, incluyendo uno que habilitará la llamada «conducción de un pedal».

El bZ4X incluirá la tercera generación del sistema Toyota Safety Sense. Entre otras mejoras, habría que destacar la expansión del rango de detección del radar y la cámara monocular, lo que se traducirá en un sistema de precolisión mejorado que detectará a los vehículos que circulen en sentido contrario e invadan el carril. Por último, sería interesante señalar que el sistema de infoentretenimiento dispondrá de actualizaciones OTA.

En algunos mercados (entre los que no se encuentra Europa), el bZ4X se ofrecerá con un sistema de dirección by-wire (por cable) denominado One Motion Grip. Con este extra, que irá asociado a un volante de tipo mariposa, se prescindirá de la conexión mecánica entre el volante y las ruedas. Al contar con una relación de giro variable, el volante pasará de tope a tope en solo 150 grados, lo que permitirá dirigir el coche «como un tiburón martillo», sin necesidad de cruzar los brazos para maniobrar. Esta solución permitirá liberar espacio para las piernas y reducir vibraciones.

Aunque la producción del Toyota bZ4X comenzará en Japón el próximo mes de marzo, las primeras unidades no llegarán a los reservistas españoles hasta otoño. ¿Cuál será el precio de este esperado SUV eléctrico en nuestro mercado? De acuerdo con las estimaciones de la propia marca, sus tarifas serán similares a las del RAV4 híbrido enchufable, que parte de los 49.500 euros.

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