Desde hace años, Europa está buscando una forma de reducir su enorme dependencia energética exterior, tanto en petróleo como gas. Algo que se ha agudizado en las últimas semanas con el conflicto en Ucrania. El hidrógeno verde se ha posicionado como uno de los que mayor potencial tiene de futuro. Pero sus elevados costes frenan sus aplicaciones reales. Pero algunos estados de Oriente Medio están logrando ya producirlo de forma económica.
Según los datos de la consultora Aurora Energy Research, el hidrógeno verde ya es más barato de producir hoy que el el azul, aquél procedente del derivado del gas, en los estados de Oriente Medio. Un dato que choca con las estimaciones para Europa que indican que no lo logrará hasta 2030.
Esto se debe a los bajísimos costes energéticos de la región, que permite ya en la actualidad que el hidrógeno verde sea más barato de producir que el azul en Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Catar y Omán.
El lugar más barato para el hidrógeno verde sería Catar, con un coste de apenas 2.62 dólares el kilo. Le siguen Arabia Saudita ($3,23/kg), Omán ($3,58/kg) y Emiratos Árabes ($4,51/kg).
Resulta cuando menos curioso que los grandes productores de petróleo sean los primeros en lograr hidrógeno verde barato. Algo a lo que ayuda su fuerte apuesta por la expansión de las energías renovables, que les permiten por ejemplo a Arabia Saudita vender energía de algunos de sus grandes parques solares a apenas 10 dólares/MWh, o apenas 8.8 euros el MWh. Cifra que podemos comparar con los disparatados precios que pagamos en Europa en la actualidad.
El grave retraso de Europa con el hidrógeno verde
Por el contrario, los precios del hidrógeno verde en Europa son mucho más altos que el azul en la actualidad, a pesar de los precios récord del gas y las emisiones de CO2. Se estima que en lugares como Reino Unido o Países Bajos el precio actual se coloca en torno a los 18,47 $/kg y 14,66 $/kg, respectivamente. Cifra que podemos comparar con los 10,55 $/kg y los 6,49 $/kg del azul.
Ante la pregunta de cuándo será el hidrógeno verde competitivo económicamente en Europa, los analistas coinciden en que sin una expansión rápida y masiva de las renovables, o la entrada de fuertes subsidios públicos, no se logrará al menos hasta 2030.
Aurora reconoce que otros analistas han concluido que el coste del hidrógeno verde podría caer por debajo de los 2 €/kg para 2030, pero dice que su propio análisis “muestra que este coste de referencia es optimista en Europa”.
La conclusión puede ser que aunque Europa necesite desde hace décadas una alternativa al gas y el petróleo, no se ha tomado muy en serio la creación de una alternativa. Y es que aunque los gráficos muestren un crecimiento notable en la instalación de renovables, su incremento es muy desigual entre los estados, y su impacto es menor en buena parte del continente.
Incluso podemos ver en el gráfico inferior, como entre 2014 y 2017, las renovables se han estancado totalmente en Europa. Un tiempo perdido precioso que ahora pagaremos con creces.
El gráfico, que podemos ver en EMBER, nos muestra el conjunto de los 27 países de la UE en 2010 el 48.9% de la electricidad procedía de fuentes fósiles, mientras que en 2020 han sido el 38.2%. Por su parte las renovables han pasado del 22.13% en 2010, al 38.2% en 2020. Esto supone que en la actualidad todavía se produce con gas, carbón y el resto de combustibles fósiles más de un tercio de la electricidad en Europa.
Una evolución claramente muy lenta que provoca que el coste de la electricidad sea todavía muy cara por culpa de su anclado a los precios del gas, y que alternativas como el hidrógeno verde estén todavía muy lejos de ser una opción masiva.
Un retraso que según los expertos, tendrá como consecuencia no solo seguir dependiendo peligrosamente del gas ruso, o del costoso gas americano, y sobre todo, el tener que seguir sufriendo elevados precios de la energía que además tendrán que venir acompañados por fuertes inversiones públicas para lograr expandir las renovables, además del coste de los subsidios necesarios para hacer más competitivo el hidrógeno verde.
