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El vuelo inaugural de Eviation marcará el comienzo de la era del avión eléctrico

La sustitución de los aviones convencionales por eléctricos es un sueño lejano, pero que este mes de febrero tendrá un importante hito con el primer vuelo de un avión comercial impulsado por electricidad. El Eviation Alice quiere convertirse en un rompehielos de una industria con una fuerte huella de emisiones que a diferencia del transporte por carretera, todavía no tiene clara la dirección que tomará para reducir su impacto ambiental.

La empresa israelí Eviation está a solo unas semanas del vuelo inaugural de su primer avión eléctrico. Si tiene éxito, el Alice, con sus nueve plazas, sería la demostración más convincente hasta ahora del potencial de electrificar algunas rutas usando motores eléctricos y baterías.

El lograr poner un avión eléctrico en funcionamiento es mucho más complejo que hacer un vehículo terrestre. Los requisitos de seguridad son mucho más elevados. Para comenzar a derribar esa puerta, el Alice está en estos momentos sometiéndose actualmente a pruebas de taxi de alta velocidad en el Aeropuerto Municipal de Arlington, cerca de Seattle.

Durante estos test preliminares a su vuelo inaugural, el avión está sometiendo todos los sistemas clave y los mecanismos a prueba de fallos en una amplia variedad de escenarios diferentes, todo para garantizar que funcionen como se espera para su bautismo público.

Según los responsables de la compañía, solo faltan cinco o seis días de buen tiempo para completar esas pruebas, después de lo cual el avión debería ser autorizado para despegar.

Los vuelos iniciales no llevarán al avión a sus límites, pero el Alice debería ser capaz de alcanzar velocidades de crucero de 250 nudos (463 km/h) y con una autonomía de hasta 440 millas náuticas (815 kilómetros).

Eviation planea ofrecer tres configuraciones: un modelo de pasajeros de nueve plazas, un modelo ejecutivo de seis plazas para clientes de aviones privados y una versión de carga con una capacidad para 12,74 metros cúbicos. La compañía ya recibió pedidos anticipados del gigante logístico DHL y de la aerolínea regional Cape Air.

El largo camino para hacer despegar un avión eléctrico

Pero el camino hasta aquí no ha sido nada fácil. El trabajo para lograr hacer compatible el elevado peso de las baterías, unos 800 kWh, con el enorme consumo de un avión, y los requisitos extremos de seguridad, han hecho que la compañía haya llevado hasta los límites la tecnología actual. Incluso en algunos casos se han tenido que desarrollar nuevas soluciones para poder hacer posible esta propuesta.

Por un lado se han eliminado los voluminosos sistemas mecánicos utilizados para ajustar las superficies de control en las alas, y que han sido sustituidos por un sistema fly-by-wire mucho más ligero que utiliza controladores electrónicos mediante cables eléctricos.

Los ingenieros de la compañía también han tenido que lidiar con una serie de otras complicaciones, desde tener que optimizar la aerodinámica, pasando por los requisitos únicos de volumen y peso dictados por las baterías, hasta la integración de frenos diseñados para aviones mucho más pesados y voluminosos y que han requerido un diseño propio.

A pesar de la enorme cantidad de trabajo que se ha invertido, desde la compañía destacan que el precio del Alice será comparable al de un avión turbohélice de tamaño similar, como el Beechcraft King Air, y más económico que los aviones comerciales pequeños como el Embraer Phenom 300.

Además añaden que el coste operativo será mucho menor, gracias a la simplicidad de los motores y la eficiencia de los sistemas eléctricos. Por lo que los desplazamientos y el mantenimiento serán notablemente menores, incluso teniendo en cuenta apuntan desde la empresa, el cambio de batería cada 3.000 horas de vuelo.

Esto supondrá según el CEO de Eviation, que operar este avión eléctrico tendrá un coste de un 50% menos que un modelo convencional de similares características. Algo que junto con su precio y sus menores emisiones, debería si todas las pruebas salen bien lograr que por fin despegue la industria del avión eléctrico.

Una alternativa que podría ir sustituyendo a los aviones en determinadas labores, como vuelos regionales. Incluso se propone el sustituir grandes vuelos por varios aviones eléctricos más pequeños, lo que supondrá contar con mayor flexibilidad en las rutas y también poder usar aeropuertos más pequeños destinados ahora solo a modelos de recreo.

Por delante como vemos queda apuntalar la tecnología, pero sobre todo convencer a la industria y a los clientes a subirse a una tecnología que como todo lo nuevo, tendrá que ganarse la confianza de los clientes. Algo que solo se logrará con buenos productos y vuelos sin incidentes, y con tiempo.

Así que cuanto antes empecemos, antes lograremos tener una alternativa por tierra, mar…y aire.

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