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Expertos de Fraunhofer avisan de que la reducción de emisiones y dependencia del petróleo se logrará con coches 100% eléctricos, no híbridos enchufables

El Instituto Fraunhofer para la Investigación de Sistemas e Innovación -Faunhofer ISI- ha revisado las distintas tecnologías tecnologías del automóvil en lo relativo a su eficiencia económica, la huella medioambiental y el potencial para que Alemania cumpla sus objetivos de reducción de emisiones.

Alemania es uno de los principales polos de innovación en el automóvil junto a japoneses y norteamericanos, aunque chinos y surcoreanos están cogiendo carrerilla. Ahora mismo los fabricantes de Alemania son pujantes en tecnologías de propulsión alternativa, tanto con híbridos enchufables como con eléctricos, aunque los primeros son una tecnología de transición –incluso se llegana considerar como un fraude– y los segundos son claramente el futuro.

Los expertos del ISI consideran que las ayudas a la compra y las políticas han de ir en la dirección de los coches eléctricos a baterías, pues son los que realmente reducen las emisiones por la simple razón de ser más eficientes, incluso respecto a las emisiones, considerando el actual mix de generación alemán. Y según se vaya haciendo el mix más verde, el argumento es aún más fuerte.

Ford Kuga Plug-in Hybrid

Los híbridos son la tecnología de transición, ya sea funcionando con petróleo fósil (y unos chupitos de biocombustible) como con combustibles sintéticos. Estos últimos tienen más sentido para la aviación que para el automóvil. Los eléctricos están para quedarse, a medio y largo plazo son más económicos, incluyendo casos de necesitar cambio de baterías. La economía circular, la producción de baterías en Europa y la diversificación de tecnologías de baterías también tiene potencial de reducir las emisiones.

De esta forma, los fabricantes de Alemania, a juicio del Instituto Fraunhofer, deberían centrar en sus esfuerzos en baterías, electrónica de potencia, motores, sistemas de recarga… y en general en todo el ecosistema de oportunidades que trae el coche eléctrico y otros vehículos a baterías. No se descarta la pila de combustible de hidrógeno como otra forma de reducir emisiones, siempre y cuando este se ligue a una energía de origen renovable, y a medio plazo.

A corto plazo, los híbridos enchufables pueden reducir las emisiones si se utilizan al menos el 40% de su kilometraje con energía de enchufe, no de surtidor

Los fabricantes alemanes han ido captando el mensaje en los últimos años, porque durante un tiempo fue China quien más leños metió a la caldera para mover los vehículos eléctricos, y ahora los fabricantes comprometen enormes sumas. Los híbridos enchufables son casi la mitad de los eléctricos vendidos en Alemania, su papel hacen, pero ese papel tiene que ir disminuyendo su importancia en virtud de lo expuesto. A largo plazo ya se sabe quién va a cruzar la línea de meta, así que hay que apostar por el ganador.

Fuente | Fraunhofer ISI (en inglés)

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