Mazda ha presentado el primer híbrido enchufable de su historia, el nuevo CX-60. Este modelo es uno de los dos SUV de gran tamaño que planea lanzar la marca japonesa en nuestro mercado en los próximos dos años (se espera que el segundo, denominado CX-80, sea un poco más largo y cuente con un habitáculo de hasta siete plazas, si bien desde un punto de vista técnico será idéntico a su hermano menor).
El Mazda CX-60 se ubica en el segmento D (SUV medianos). Mide 4,75 metros de largo, 1,89 metros de ancho y 1,68 metros de alto, mientras que su distancia entre ejes se sitúa en 2,87 metros. El maletero cubica 570 litros. Su lenguaje de diseño, aunque continuista, apuesta por unas líneas algo más rudas que otras propuestas de la marca, que acostumbra a lanzar vehículos más afilados y atléticos.
Entre otras cosas, el CX-60 estrena una nueva calandra de diseño más alto cuyo marco se «fusiona» con los estrechos grupos ópticos. El capó alargado y las llantas de entre 18 y 20 pulgadas refuerzan el carácter deportivo del todocamino, que además estrena un nuevo tono Rhodium White metalizado para su carrocería. En el habitáculo el protagonismo recae en la instrumentación digital, el Head-up Display proyectado de gran tamaño y la pantalla táctil de 12,3 pulgadas del sistema de infoentretenimiento.
El Mazda CX-60 PHEV equipa el conocido motor tetracilíndrico 2.5 Skyactiv-G asociado a una unidad eléctrica de 136 CV (100 kW) y a un pack de baterías de 17,8 kWh de capacidad, el cual se sitúa entre los ejes y en la posición más baja posible para mejorar el comportamiento dinámico del coche. Este conjunto propulsor anuncia 328 CV (241 kW) y 500 Nm, lo que convierte al recién llegado en el modelo más potente jamás fabricado por la compañía. Es interesante señalar que esta versión solo estará disponible con tracción total.
El Mazda CX-60 se comercializará en versiones MHEV y PHEV
Este enfoque prestacional queda patente en su 0 a 100 km/h de apenas 5,8 segundos (la velocidad punta se sitúa en 200 km/h). Aunque la autonomía en modo eléctrico todavía está pendiente de homologación, Mazda estima que rondará los 63 km WLTP. La batería puede cargarse por completo en cuatro horas conectada a un punto de 7,2 kW (corriente alterna).
En 2023 se añadirá un propulsor de seis cilindros en línea 3.0 e-Skyactiv X con tecnología mild-hybrid de 48 voltios. Aunque esta motorización, al igual que la variante PHEV, estará asociada a un nuevo cambio automático de ocho relaciones y al sistema de tracción total i-Activ, también se comercializará con una configuración de tracción trasera. Por otro lado, no debemos perder de vista que también está programada la llegada para finales de este año de una mecánica diésel de seis cilindros.
Mazda ha cuidado especialmente el chasis del vehículo, que tendrá suspensiones independientes en ambos ejes (doble triángulo delante, multibrazo detrás) y dirección de doble piñón. El sistema KPC (Kinematic Posture Control) permitirá estabilizar el coche en curvas al frenar la rueda trasera interior, reduciendo el balanceo de la carrocería.
Todos los acabados incluirán de serie climatizador bizona, control de crucero, navegador, radio DAB y numerosas opciones de conectividad (Bluetooth, Apple CarPlay sin cables, Android Auto…). En materia de seguridad, Mazda confía en que el nuevo CX-60 logre 5 estrellas en los crash-test de EuroNCAP gracias a la batería de asistentes i-Activsense.
Aunque Mazda lanzará tres eléctricos puros hasta 2025, los cuales se unirán al ya conocido MX-30, híbridos enchufables como el CX-60 jugarán un papel fundamental dentro de la estrategia de reducción de emisiones de la marca, que tendrá que cumplir con las cada vez más estrictas regulaciones europeas. En otros mercados, Mazda también planea lanzar otros dos SUV de gran tamaño, los CX-70 y CX-90; sin embargo, por el momento no hay planes para comercializarlos en el viejo continente, pues podrían solaparse con los CX-60 y CX-80.