La hoja de ruta de Porsche hacia el futuro valora combustión interna con combustibles sintéticos, híbridos enchufables y 100% eléctricos. De momento el modelo más importante para Porsche -que no el más vendido- sigue siendo el 911. Porsche y Porsche 911 son sinónimos. De momento no veremos una versión eléctrica de este coche, pero la acabaremos viendo.
De acuerdo a fuentes conocedoras de la situación -de atribución reservada-, en Manager Magazin nos cuentan que, como pronto, veremos el Porsche 911 eléctrico a finales de la década. Para que tal cosa ocurra debe haber un salto tecnológico importante en cuestión de baterías, mientras tanto se trabaja en una versión híbrida enchufable.
En un coche como el Porsche 911 no se trata tanto de reducir consumos -algo que se lleva años logrando- sino de reducir emisiones de CO2. A corto plazo la hibridación es la respuesta, siempre y cuando se consiga mantener el comportamiento, no elevar mucho el peso, y que realmente la reducción de emisiones merezca la pena. La plataforma del 911 actual, la MMB, no es ideal para hibridar.
¿Y de qué salto tecnológico estamos hablando? Baterías de estado sólido. Con el estado de la técnica actual se ve complicado lo de que el Porsche 911 eléctrico esté por debajo de las 2 toneladas, que es lo que le pasa al Taycan. Con una siguiente generación de baterías se puede mantener más controlado el peso, entre otras muchas ventajas, pero de momento no es una tecnología comercializable y hay que seguir puliéndolas.
La generación actual -992- apareció en 2019, así que tiene recorrido por lo menos hasta entrada la segunda mitad de la década. Una vez Porsche tenga unas baterías de estado sólido que puedan probarse, les llevará uno a tres años dejar el coche perfecto. De ahí que, cuando llegue, será a finales de la década. Porsche no ha confirmado esto oficialmente, ni es previsible que lo haga. La decisión final no está tomada.
Sigue abierta la posibilidad de mantener el 911 como un modelo de combustión, incluso en nuevos modelos, mientras sea legal venderlo. A fin de cuentas, la inmensa mayoría de todos los Porsche 911 fabricados desde los años 60 siguen en circulación, pocos han llegado al desguace sin un golpe de importancia, así que la solución para preservar a los antiguos en circulación sería la misma: combustibles sintéticos neutros en CO2.
