El fabricante alemán ha anunciado que a partir de 2026 Wolfsburgo acogerá la producción de la nueva generación de coches eléctricos de plataforma SSP, codificada como Trinity y llamada a sustituir al actual Passat. Este modelo cargará más rápido, hará más de 700 km, será prácticamente autónomo… Es la opción más lógica para el fabricante, aunque se va a levantar una nueva fábrica cercana a la principal.
No obstante, la producción en la planta actual de Wolfsburgo acogerá la producción del ID.3 -de plataforma MEB- el año que viene para hacer frente a la demanda, descontando que se hayan solucionado los problemas de suministros de componentes y materias primas. Más o menos sobre las mismas fechas comenzarán los trabajos de construcción de la nueva planta.
Wolfsburgo como complejo es el más grande del mundo de producción de automóviles y la sede histórica de Volkswagen. Ralf Brandstätter, responsable de la marca Volkswagen, dijo que «con esta decisión estamos reforzando y manteniento la competitividad de la fábrica principal y dando a los empleados una perspectiva de futuro más sólida». El ministro de presidencia de Baja Sajonia -accionista de VW- celebró la decisión y el compromiso con la región como centro industrial.
Para la producción de Trinity se invertirán más de 2.000 millones de euros. La producción será neutral en carbono, todo lo que se emita será compensado. La capacidad inicial de producción de la nueva planta, que sale más barato construirla que reutillar la existente, será de 250.000 unidades al año. Además, se marcan como objetivo tener cada coche terminado en 10 horas, no más.
Esto alineará a Volkswagen con Tesla, que tiene ese objetivo para la también alemana fábrica de Berlín, que pronto podrá empezar a producir en serie con férrea eficiencia alemana (después de meses de retrasos por causas de lo más variopinto). ¿Cómo pretenden acortar esos tiempos? Como Tesla, con menos variantes, menos piezas por coche, más automatización, líneas de producción más eficientes y mejoras en la logística.
Además, se ubicará en la zona el Campus Sandkamp, el encargado del desarrollo de la nueva plataforma SSP y un sistema de trabajo que aproveche con más eficiencia la colaboración de todas las áreas en las que se involucra Volkswagen con técnicas más actuales. En solo 10 años, la transformación a la que Volkswagen está haciendo frente es, probablemente, la más radical de toda su historia.
