El magnate sudafricano estuvo el viernes en Brasil presentando un acuerdo con autoridades locales para proporcionar Internet a los habitantes del Amazonas mediante satélites Starlink. Cómo no, le preguntaron por Tesla, y Elon Musk hizo algo que ya ha hecho repetidas veces en el pasado: asegurar que habrá robotaxis autónomos en un año.
Es más, que de aquí a un año -mayo de 2023- Tesla tendrá coches autónomos que no necesitarán tener un conductor supervisándolos y podrán llevar gente de un lugar a otro; Musk los define como «robotaxis». Si no hay ningún humano supervisando, hablamos de Nivel 5 SAE, pero si hace falta la intervención de un conductor presencial o remoto para resolver una situación particular, entonces sería Nivel 4 SAE.
Los anuncios de Elon Musk en este sentido huelen a ambigüedad desde hace tiempo, como desde 2014, cuando empezó a hacer promesas en ese sentido. Hoy día, en 2022, Tesla tiene en fase beta su sistema «Full Self-Driving» (FSD) en Estados Unidos y Canadá. Es un asistente de conducción Nivel 2 SAE, el conductor puede quitar las manos del volante durante largos periodos de tiempo y el coche «va solo» de A a B.
A finales de año, Tesla contará con un millón de usuarios participando en la beta pública de FSD, ya que sigue sin ser de acceso abierto. Solo están invitados a probar el sistema FSD los conductores con las puntuaciones más altas de seguridad, aquellos que conducen de forma más civilizada de acuerdo a un algoritmo informático.
Se empezó por los que tenían 100/100 puntos y van bajando progresivamente. Un millón de coches con FSD beta no son «robotaxis», para que lo fueran se tendría que dar esta circunstancia: de aquí a un año, el sistema FSD no solo tendría que dejar de ser beta (un desarrollo que está prácticamente terminado, pero no listo para salir al mercado), es que su tasa de fallos tendría que rascar el cero absoluto.
Como no es la primera vez que Elon Musk ha hecho predicciones que no se han cumplido, dada su fe ciega en la tecnología, tendremos que coger esas declaraciones con pinzas una vez más. De acuerdo, un millón de conductores pueden darle a la red neuronal de Tesla el entrenamiento necesario muchísimo más rápido, pero si todos los días un conductor humano tiene que intervenir en algún momento, es que la palabra «robotaxis» no se usa adecuadamente.