En los últimos meses, la totalidad de los fabricantes de coches en el mundo se han enfrentado a una falta de suministro de componentes como los semiconductores. Pero algunos ya están divisando la luz al final del túnel en un movimiento que les podría dar una ventaja competitiva frente a sus rivales. Es el caso del gigante taiwanés Foxconn, que está trabajando en sus primeros coches eléctricos y que ha indicado que esperan tener solventado el problema de los chips en el segundo semestre de 2022.
Así lo ha indicado en declaraciones a la prensa china Liu Young-way, presidente de Foxconn: «Confiamos bastante en la estabilidad de nuestra cadena de suministro de semiconductores para la segunda mitad de este año. Un vehículo que cuesta decenas de miles de dólares no se puede entregar debido a un pequeño chip que vale cincuenta céntimos. Esto ha sido una preocupación para nuestros clientes.»
Como recordamos, Foxconn está trabajando en diversificar sus actividades introduciéndose en la fabricación de coches eléctricos.
Una de las características de la estrategia de Foxconn está siendo la de invertir en socios industriales que les permitan aprovechar instalaciones ya en marcha y acelerar de esa forma los plazos de inicio de producción. Un formato que les puede evitar los infiernos de producción habituales y que les ha llevado a firmas entre otros con Fisker, que le ha encargado a la empresa asiática la producción de su nuevo modelo, el PEAR, que llegará al mercado en 2024.
La compañía está expandiendo rápidamente su familia de coches eléctricos y quiere producir entre 500.000 y 750.000 unidades al año para 2025. Algo que supondría hacerse con el 5% del mercado en solitario. Cifra que esperan crezca hasta el 10% apenas dos años después.
Hace unos meses presentó sus primeras propuestas entre las que encontramos el Model C. Un SUV compacto del segmento C que estará fabricado en colaboración con Yulon Motor y que llegará al mercado en 2023. El Model E será una berlina premium con 750 km de autonomía y capaz de hacer el 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos, y que diseñarán con el apoyo de Pininfarina.
El objetivo de Foxconn es hacerse con el 5% del mercado mundial de coches eléctricos para 2025. Un reto donde el suministro de chips podría ser un obstáculo a corto plazo cortando las expectativas de crecimiento, y donde el gigante tecnológico ha puesto toda la carne en el asador para lograr que estos pequeños componentes no sean un problema ya este mismo año.