Después de un goteo de teasers e imágenes de detalle, por fin vemos al Cadillac CELESTIQ al natural. Así, en mayúsculas, ya que se trata de un prototipo y aquí vale todo. La versión de producción que veremos el año que viene se va a parecer mucho a este modelo, cambiarán lo que sea menester por razones legales o técnicas. El buque insignia de Cadillac será un sedán, por ser la configuración que «ofrece la mejor experiencia de lujo».
No tenemos ningún dato técnico sobre él. La nota de prensa habla de detalles de diseño e influencias que se han tomado del mundo de la arquitectura o el pasado glorioso de Cadillac, que siendo justos, está muy lejano en el tiempo. Pero el Cadillac Celestiq quiere competir con las ofertas más lujosas del sector, como el Mercedes-Benz EQS o BMW i7.
Para empezar, será otro coche eléctrico de muy baja producción, de momento lo habitual en General Motors, concretamente se hará en el Centro Técnico Global de General Motors en Warren (Michigan). Habrá pocas unidades, muy personalizadas, y muy caras. Para conocer más datos sobre el coche tendremos que esperar unos meses, sigue en proceso de desarrollo.
Hay algunos detalles de su tecnología que ya los conocemos. El interior estará forrado de pantallas, hasta 55 pulgadas de despliegue, donde conductor y pasajero podrán ver cosas distintas. Los que se decanten por un Lyriq porán optar al sistema de conducción semiautónoma Ultra Cruise, no sabemos si «gratuitamente» (se pagaría con el coche) o mediante una suscripción.
Por otra parte, el techo cuenta con un cristal con partículas suspendidas controladas electrónicamente. Esto significa que el cristal puede tener distintos grados de opacidad, ya sea para que entre luz en medio de Manhattan en invierno, o que guarezca las cabezas de Lorenzo en pleno bulevar de Los Ángeles en verano. Los diseñadores han buscado una conexión entre conductor y coche a través de los sentidos.
En su día, los motores V12 -llegó a haberlos V16- fueron el pináculo de la suavidad mecánica y la potencia, pero eso es muy mejorable con motores eléctricos. Cadillac dice haber recuperado lo mejor de su pasado con este prototipo. No será un exitazo de ventas, habrá pocos, pero sin duda contribuirán a actualizar un poco la imagen de Cadillac. En 2030 todos los coches de la marca serán eléctricos.