El despliegue de una red de carga es uno de los aspectos fundamentales para la expansión del coche eléctrico. Pero en algunos lugares no es posible hacerlo por cuestiones técnicas o de espacio. Para solucionarlo una startup americana ha diseñado un robot que puede facilitarnos las cosas, y además de forma doble. Cargando nuestro coche y reservándonos una plaza de aparcamiento.
La compañía es EV Safe Charge, y ha diseñado a Ziggy. Un robot que cuenta con elementos como un sistema de conducción autónomo, que le permite moverse por entornos como los parkings de los centros comerciales.
El principio es bastante simple: el conductor reserva su plaza a través de una aplicación móvil o del sistema de info-entretenimiento de su vehículo. El robot, una vez recibida la orden, se desplazará hasta una plaza libre y se posicionará en la misma para reservarla.
Cuando el usuario llega con su vehículo, el robot se aparta y deja que el cliente estaciones, para posteriormente situarse de nuevo tras el mismo para acercarse a la toma de carga, y ocupar el menor espacio posible en la zona de paso. Entonces, el conductor solo tendrá que escanear un código QR con su móvil para activar la sesión de carga, y finalmente enchufar la toma al coche.
Una vez realizado el proceso de carga, el propietario, o un operario que trabaja en el parking, viene a desenchufar el coche para que Ziggy pueda volver a su base o acudir a atender otro encargo.
El robot está equipado con una batería de 19,2 kWh, y está además dotado de elementos como GPS, cámara, sensor Lidar, micrófono y altavoces. El tamaño de su cuerpo le permite atravesar pasillos y maniobrar con un radio de giro muy corto. Incluso se ha propuesto la instalación de pantallas para ofrecer publicidad mientras está aparcado o realizando una carga.
Las ventajas de esta propuesta son varias. Por un lado el cliente no tendrá que preocuparse de encontrar un punto de carga en el parking. Además, sabrá que tiene un espacio reservado. Dos pájaros de un tipo que facilita la vida a los clientes.
Por supuesto, también vemos algunos retos a superar, empezando por el tamaño y posición del robot, que parece en el vídeo que ocupa parte de la zona de paso de otros vehículos o peatones. Algo que puede ser un problema en algunos lugares, e incluso podría no encajar con la normativa. También añadimos que la capacidad de la batería del robot no es muy generosa, y con 19 kWh como máximo un coche como el de la imagen podrá recuperar unos 100 km de autonomía.
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