Hace unos días, el Senado estadounidense aprobó una reforma muy proteccionista del sistema de créditos fiscales otorgados a los compradores de vehículos eléctricos. Aunque la nueva legislación supondrá la desaparición del actual límite de 200.000 unidades para tener acceso a las ayudas de 7.500 dólares, incluirá importantes restricciones a los vehículos fabricados fuera de Norteamérica, los cuales no podrán acogerse al crédito fiscal.
Este movimiento, que dejaría en clara desventaja a los modelos asiáticos y europeos, podría infringir las normas de la OMC (Organización Mundial del Comercio). Por otro lado, también se contemplan medidas para evitar el empleo de componentes y materias primas para las baterías de origen chino, pues dicho sector está dominado por la industria del país asiático.
Las reacciones a nivel internacional no se han hecho esperar, siendo la Unión Europea una de las voces más críticas. «Pensamos que es discriminatorio, que se está discriminando a los fabricantes extranjeros frente a los estadounidenses. Por supuesto, esto sería incompatible con la OMC», explica la portavoz de la Comisión Europea, Miriam García Ferrer.
«Debemos asegurarnos de que las medidas introducidas sean justas y no discriminatorias. Así que seguimos instando a Estados Unidos a que elimine estos elementos discriminatorios del proyecto de ley y se asegure de que cumpla plenamente con la OMC».
Corea del Sur y Estados Unidos tienen un acuerdo de libre comercio
Corea del Sur también ha expresado su preocupación, pues el proyecto no solo violaría las normas de la OMC, sino también su acuerdo de libre comercio bilateral. En una reunión con el Ministerio de Comercio de Corea del Sur, los fabricantes Hyundai, LG Energy Solution, Samsung SDI y SK han pedido apoyo a las autoridades para que el proyecto de ley estadounidense no les deje en desventaja en dicho mercado.
«Corea está profundamente preocupada porque el reciente proyecto de ley de incentivos fiscales para vehículos eléctricos del Senado de Estados Unidos incluye disposiciones para proporcionar incentivos fiscales que discriminan entre vehículos eléctricos y baterías fabricados en América del Norte e importados», explica en un comunicado la KAMA (Asociación de Fabricantes de Automóviles de Corea).
Hyundai, que recientemente anunció inversiones por valor de 10.000 millones de dólares en Estados Unidos para (entre otras cosas) fabricar coches eléctricos en Alabama y Georgia, se ha mostrado «decepcionada de que la legislación limite severamente el acceso a los vehículos eléctricos y las opciones para los estadounidenses y pueda retrasar drásticamente la transición a la movilidad sostenible en este mercado».
Fuente | Automotive News Europe