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Buick lo tiene claro. Los concesionarios que no quieran vender coches eléctricos perderán la concesión

La transformación del sector del automóvil al coche eléctrico se enfrenta a diferentes retos. Desde los tecnológicos, las redes de carga o el desconocimiento de muchos usuarios. Pero también al fuego amigo con muchos concesionarios cuyos responsables no quieren vender este tipo de vehículos. Pero Buick, una marca del grupo General Motors, lo tiene claro. O vendes coches eléctricos o pierdes la concesión.

Así lo ha indicado en una entrevista en el Wall Street Journal el jefe global de Buick, Duncan Aldred, que ha indicado que los 2.000 concesionarios de la marca en los Estados Unidos tendrán la oportunidad de decidir. O venden coches eléctricos, o de lo contrario la marca les comprará la concesión y no podrán seguir comercializando sus modelos.

La cuestión es que la marca americana se ha propuesto convertirse en un fabricante 100% eléctrico para 2030. Y eso supondrá que los concesionarios tendrán que invertir para adaptarse a la nueva realidad. Desde formación de los empleados, hasta la instalación de cargadores en sus instalaciones. También cambiará el formato comercial y donde las ventas online ganarán terreno. Aspectos ante los que muchos vendedores se han mostrado poco receptivos y para los que la marca ha ofrecido una salida.

Para estos que prefieran continuar un camino más conservador, Buick les ofrecerá romper los acuerdos de distribución de sus modelos para de esa forma comenzar una transformación que les permitirá recuperar el control de la distribución en una parte de una red formada en Estados Unidos por más de 2.000 concesiones.

Una adaptación que otras marcas han impuesto a la fuerza, y que según las estimaciones puede llegar a tener un coste de 300.000 dólares por punto de venta.

No es la primera vez que General Motors ofrece a los propietarios la compra de la concesión. En 2020, el fabricante de Detroit propuso a las concesiones de Cadillac de que si no querían vender el nuevo modelo eléctrico, el Lyriq, que suponía una inversión de unos 150.000 dólares en actualizaciones, tendrían que vender los derechos de venta de la marca. El resultado ha sido que el 30% de los concesionarios, unos 575 puntos, aceptaron la oferta y dejaron de vender Cadillac en sus tiendas a cambio de una indemnización que se ha situado entre los 300.000 y 1 millón de dólares.

Una dinámica que nos muestra como el coche eléctrico está cambiando de forma radical el mundo del automóvil. No solo por el cambio mecánico, sino también el modelo de negocio donde la venta directa así como la digitalización con servicios añadidos ganan terreno en un nuevo escenario donde no todos están preparados para participar, y donde General Motors sabe que sólo podrán participar los que estén motivados para la lucha ante una competencia cada vez más elevada.

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