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El automóvil está en rojo. XPeng preocupa más al perder el 60% de su valor en tres meses

Desde 2021, las compañías automovilísticas han sufrido duros correctivos en bolsa en todo el mundo, lo que se enmarca en una huida de los inversores hacia valores que consideran más seguros ante la recesión global que ha venido como onda expansiva de la crisis COVID. XPeng Motors es de las que más ha caído en la bolsa de Hong Kong, y a nivel mundial.

En lo que va de año, la empresa ha perdido un 70% de su valor, al cambio de 26 a 6,6 euros. Hubo un respiro entre finales de mayo y finales de julio, cuando recuperó un nivel de 18,3 euros, pero desde entonces no para de bajar. Ni siquiera el lanzamiento de su buque insignia, el XPeng G9, ha calmado a los inversores.

Por primera vez desde que la empresa empezó a cotizar en el parqué de Hong Kong, el valor ha caído por debajo de los 50 dólares locales (*), dicho de otra forma, ya está en mínimos. He Xiaopeng, director y consejero delegado de la empresa, ha tenido que respaldar públicamente su confianza en XPeng como hay que hacerlo, con más pasta.

Las buenas noticias, como la expansión de fabricantes chinos en Europa, parecen no afectarle positivamente a los inversores

Simplicity Holding, propiedad de He Xiaopeng, invirtió más de 30 millones de euros en la automovilística, hecho que se hizo público a través del regulador correspondiente (HKSE) el domingo. Lunes y martes se notó un alivio y hubo un leve repunte, pero hoy han vuelto al nivel mínimo. Algunos analistas consideran que la configuración del XPeng G9 es farragosa y complicada.

¿Y cómo le va a los demás? Para hacer una comparación justa, veamos la variación de sus valores en Hong Kong desde el 1 de enero. NIO comenzó el año en 21,1 euros y ahora va por 17,4 euros. BYD, líder mundial en vehículos electrificados, empezó con 28,5 euros y ahora cotiza a 27,3, por lo que aguanta bastante bien. Li Auto, un jugador menos importante, apenas ha caído un 5% hasta los 12,7 euros. XPeng está mucho peor, con bastante diferencia.

Si nos vamos a Estados Unidos… Tesla ha pasado de cotizar de 400 dólares a 282 dólares (con un repunte en abril que casi recuperó el nivel de enero). Rivian vale casi un tercio respecto a enero, ahora a 33,8 dólares, entonces casi 100 dólares. Lucid Group arrancó 2022 con unos 41 dólares y ahora está cerca de 14,5 dólares. ¿Le pasa lo mismo a la industria del automóvil tradicional? Pues sí, también.

El futuro complejo industrial de Ford en Kentucky, la BlueOval City

Ford Motor Company empezó 2022 cotizando a 21,77 dólares y ahora está casi a la mitad, menos de 12. General Motors cotizaba a unos 61 dólares y está próxima a llegar a la mitad, 34,7. Stellantis iba por unos 20 dólares al empezar el año y ahora cerca de 12, pero comparativamente está un pelín mejor en caída porcentual. Volkswagen AG ha caído menos, de 30 a 18,2 dólares. En cuanto a Toyota, de 186 dólares a 135,7, una caída más suave.

La caída es generalizada, lo único que cambia es el patrón de caída entre fabricantes, tanto nuevos como tradicionales

Para el que se haya mareado con tanto dato, la lectura es muy sencilla. Prácticamente todos los fabricantes están cayendo en la bolsa ante el pánico de los inversores, pero con caídas más suaves que abruptas. Puede decirse que es el momento de invertir en empresas del automóvil y no volver a mirar la cartera de acciones hasta que se acabe la recesión. Ya subirán.

Pero XPeng va mucho peor que el resto de la industria, cuando sus valores de producción, ventas y finanzas no parecen ningún problema, precisamente. BYD es el fabricante, de todos los mencionados, que menos ha acusado la huída de capitales. Al que le vaya el riesgo, algunas sugerencias para jugar a la ruleta: Faraday Future (ahora a 0,89 dólares), Fisker Inc (a 8 dólares), Lordstown Motors (a 1,82 dólares) o AvtoVAZ (no cotiza).

NOTA: 1 dólar de Hong Kong (HKD) cotiza a 0,13 euros.

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